Frank Scherer, antropólogo y analista de Cristóbal Colón. | M. À. Cañellas

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Frank Scherer es un antropólogo alemán y doctor de Filosofía. Da clases en la York University de Toronto (Canadá) y es autor de libros centrados en el psicoanálisis. En la actualidad, escribe Colom adentro, basado en los pensamientos de Cristóbal Colón (que él pronuncia Colom), que se publicará el año que viene. El próximo 2 de agosto dará una conferencia gratuita titulada Colom adentro: Una aproximación psicoanalítica a las 19 horas, en la sala Mozart del Auditòrium de Palma, presentada por Román Piña Oms, presidente de la Real Academia Mallorquina de Estudios Históricos, en colaboración con el investigador Gabriel Verd, de la Asociación Cristóbal Colón.

—¿Por qué decidió estudiar la vida de Cristóbal Colón?
—En primer lugar, me llamó mucho la atención el discurso orientalista que se relacionaba con él. Yo he publicado muchos documentos sobre estos discursos y quise saber más. Después observé que en la gran mayoría de libros que trataban sobre Colón salía la palabra enojo, y pensé que cuando una persona siempre está enojada es porque tiene algún tipo de neurosis obsesional. A partir de allí, consulté libros de Freud con más detalle y me di cuenta de que todas las historias que yo conozco de Colón se adecuan perfectamente a la teoría psicoanalítica. Este hecho despertó en mí una curiosidad que no quise dejar escapar y desde entonces llevo dos o tres años estudiándolo.

—¿Qué le hace pensar que el conquistador de América era mallorquín y no genovés?
—Una vez revisada su biografía en base a estudios psicoanalíticos, llegué a la conclusión de que la única tesis que me cuadraba era la mallorquina. A raíz de ello, comprobé que con las otras no encajaba su perfil. El estudio de su origen en Mallorca es la única que tiene una plausibilidad psicoanalítica sobre las otras teorías.

—¿En qué se basa para afirmar su procedencia?
—La historia mallorquina es la que concuerda mejor con un estudio psicoanalítico: Su padre el príncipe de Viana, su madre Margalida Colom y el hijo bastardo, Cristóbal Colom. A partir de allí, comencé a analizar su relación familiar. El estudio de Freud me dio la posibilidad de realizar un análisis de Colón de forma universal y de adentrarme más en sus pensamientos y en su forma de ser. A través de este estudio comprobé como repetía traumas familiares y empecé a hacer conexiones sobre como había sido su vida. A los 9 años Colón se fue con sus tíos. Creo que esta separación fue muy traumática para él y por eso la repitió dos veces en su vida con sus propios hijos. Otro de los acontecimientos que se asemejan con el príncipe de Viana, es su vida emocional y las edades en las que tuvieron a sus descendientes. El navegante inventa la geografía sexual; es decir, que utiliza conceptos sexuales para exprimir nuevos términos geográficos, en ese instante Colón y Freud se juntan. El conquistador de América dice que el mundo en sí no es redondo, sino que tiene forma de pera y encima del fruto está el pecho de una mujer, refiriéndose a su madre. Para mí es el monumento más grande que le da a su mamá, ya que según Colón en el pezón está el paraíso terrenal, América. También hace una mención sobre su progenitora al nombrar a la isla situada en el sureste del mar Caribe Margalida, un nombre muy mallorquín.

—¿Qué explicará en su conferencia?
—Voy a hablar de cómo era Cristóbal Colón, cómo pensaba, pero siempre en base a la tesis mallorquina. Empezaré con una introducción sobre como el psicoanálisis puede servirnos para saber más de Colón. Después explicaré un par de cosas sobre su neurosis obsesional y la compulsión de repetir. Enseñaré los regresos que hizo desde la costa de Cuba en la parte norte y la sur a través de imágenes, y finalizaré con la parte de la geografía sexual.

—¿Cree que algún día se sabrá con total seguridad su origen?
—Estamos esperando a que se realicen unas pruebas de ADN de los restos óseos de un primo del príncipe de Viana. Sin embargo, yo creo que esta última verificación no llegará porque el polvo habrá contaminado los huesos. Por ese motivo, no creo que el ADN nos dé esta última respuesta. Pero a través de una teoría universal como el psicoanálisis puedo asegurar que la teoría mallorquina es la verdadera, las demás no.

—Entonces, ¿por qué dicen que es italiano?
—La tesis italiana es la más divulgada y la que todo el mundo tiene aceptada. La mayoría de historiadores copian la teoría genovesa y no indagan más allá. Las tesis locales son muy poco críticas y lo que quieren es hacer de Colón un gran héroe. No obstante, la mayoría de documentos que verifican que Colón era de Génova están falsificados. En Italia te manipulan todo lo que quieres y parece auténtico. En varios documentos hay frases que ponen: «Soy un joven genovés» y eso es falso, porque Colón nunca quiso desvelar su origen. El almirante nunca ha hablado italiano, ni siquiera con italianos, siempre ha escrito en latín o en español y con muchas palabras mallorquinas, entonces la tesis italiana no se sostiene.

—¿Por qué el Estado no ha apoyado la tesis española?
—Pienso que Castilla tiene sus propias razones para preferir que Colón sea italiano y no español. Estas decisiones te hacen ver que no todo es historia con el conquistador, sino que también hay mucha política detrás. La tesis mallorquina no ha sido apoyada por muchas causas, la mayoría políticas. Muchas personas prefieren que sea genovés y no español por dos razones: una es política y la otra es económica, ya que hay mucha gente que ha comido muy bien con esta teoría; por esa razón todavía a día de hoy estudian y mantienen la tesis genovesa.