Sandra Fernández, José María Rodríguez y Álvaro Gijón durante la rueda de prensa en la que dimitieron de sus cargos en la Junta Territorial del PP de Palma. | Joan Torres

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El PP Balear hierve ahora mismo más que la olla de los hermanos Macabeos a causa del escándalo porno-policíaco-local. El dimitido José María Rodríguez ya es carnaza televisiva de Gata a Finisterre. La caldera chirría por todos lados.

En Mallorca crecen las presiones internas para que Álvaro Gijón, dimitido como secretario general de la Junta de Palma, haga lo propio con sus bien remunerados cargos de diputado autonómico y concejal. Sigue percibiendo dos soldadas públicas y es blanco perfecto de sus adversarios políticos. Desde las filas regionalistas aumenta la presión porque «si Gijón permanece en sus cargos, comeremos escándalo todo el verano desde una perspectiva mediática. El resultado final puede ser catastrófico».

Quién sí le ha visto las orejas a Belcebú es Joan Jaume Mulet, vicepresidente del partido, exalcalde de Llucmajor y coordinador de la pasada campaña electoral. Como se sabe, Jaume aparece señalado por un empresario en la investigación del escándalo porno-policíaco. También es harto sabido que el PP le colocó como asesor del Consell de Mallorca unas semanas antes del inicio de la campaña, cobrando sueldo público, cuando su cometido real era trabajar para el partido. Pues bien, Joan Jaume ha olido a chamusquina y este martes se ha ido a hablar con el presidente regional, Miquel Vidal. Ha puesto su cargo de asesor público a disposición de lo que acuerde la dirección del partido, incluyendo su correspondiente salario. Vidal, abrumado por los acontecimientos le ha contestado que «de momento hay que esperar acontecimientos y ver como se desarrolla lo tuyo. En su momento tomaremos la decisión de si dejas o no el cargo público».

Ahora la desorientada tropa popular está a la espera de la decisión que tome la calle Génova, a golpe de corneta. Todo apunta hacia la solución «lógica». Nombrar a Marga Durán presidenta de la gestora que se haga cargo del PP-Palma. Esta salida está bien vista por importantes sectores regionalistas de la Part Forana y por el propio Miquel Vidal. Lo malo es que la calle Génova está muy lejos de Palma.

«Marga Durán no tiene fuerza dentro del partido. Fue una imposición de José Ramón Bauzá en su alianza con los rodriguistas para echar a Mateu Isern. Además, su padrino político fue en un principio Joan Jaume, ya que ella proviene de Llucmajor», afirman fuentes antirrodriguistas de Palma que buscan un candidato o candidata alternativo para presidir la gestora y proponérselo a Madrid.

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Sin embargo, fuentes regionalistas indican que «esta jugada está condenada al fracaso. Marga está cada vez más cerca del regionalismo, sea cual sea su pasado, y va ganando apoyos. Intentar sabotear su llegada a la presidencia de la gestora es un grave error político. Ahora lo importantes es descabalgar a los rodriguistas, quitarles el control de Palma en la medida de lo posible. Lo demás es desviar la atención sobre el objetivo esencial».

Es cierto que la bofetada que se ha llevado José María Rodríguez es monumental. Pero su aparato palmesano y sus tentáculos a lo largo de la Isla siguen teniendo mucha fuerza. «Lo saben todo de todo el mundo». Su poder es enorme, duro, letal.

Rodríguez salió escaldado el lunes al presentar su dimisión. Escapó de la sede por la puerta secreta que sale a la calle Conqueridor. Necesitaba aire fresco para reflexionar. «Pero también es cierto que algunos jefes de distrito tuvieron intervenciones durísimas contra el presidente Miquel Vidal por lo mal que había conducido la crisis». Demostraron así que el rodriguismo mantiene el poder en Palma.

José María ya no es el presidente, ni Álvaro el secretario general, ni Sandra la secretaria de organización. «Pero Paco Frau continua de vicepresidente. No ha dimitido. Y sigue siendo jefe de la Junta de la Plaza de Toros. Controla el aparato. Quieren ganar el congreso palmesano, que se celebrará el próximo invierno, metiendo a Sandra Fernández de nueva presidenta. Ni se rinden, ni se entregan, ni se disuelven», afirman fuentes del partido.

Y en todo este maremágnum, sorprende un silencio. «¿Qué significa que Bauzá haya colgado en su twitter una foto antigua donde aparece abrazado a Rajoy? ¿Porqué no acudió a la presentación del libro de Esperanza Aguirre en Calvià cuando le encantan este tipo de actos? ¿Significa algo? ¿Podría abrirse un nuevo frente antes del congreso regional de otoño? ¿Se están abriendo trincheras para evitar que el lider regionalista Biel Company alcance la presidencia del PP Balear en otoño con el apoyo de Rajoy? ¿Está interfiriendo por detrás José Ramón metiendo electricidad a los hilos del poder que aún controla?