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La Gerencia de Urbanismo ha aprobado este martes una moratoria de un año para el otorgamiento de licencias para 208 edificios y construcciones, entre ellos el club náutico del Molinar, que han sido incluidos en el catálogo de edificios protegidos de Palma, cuya revisión se ha dado oficialmente por iniciada.

«Hoy es un día importante», ha apuntado el regidor de Urbanismo, Antoni Noguera, en rueda de prensa, ya que, ha explicado, se comienza un proceso de revisión del catálogo de edificios protegidos de la ciudad que no se hacía desde hace 18 años.

Ha destacado que estos 208 elementos parten de un precatálogo que no se había materializado, y que se ha concretado con un trabajo de ocho meses recorriendo las calles de barrios de núcleos históricos de Palma, como Establimets, el Molinar, Génova, entre otros.

Noguera ha detallado que durante este año de moratoria solo se podrán llevar a cabo labores de mantenimiento y reparación en los nuevos edificios incluidos en el catálogo, compuesto por unos 500, tiempo durante el cual se elaborarán las fichas correspondientes que determinarán el nivel de protección que deben tener.

Entre los edificios que se propone proteger están el Mallorca Tenis Club, el Café Líric, el cine Rívoli, las cien casas de Pere Garau, la plaza de las columnas, el club náutico el Molinar, el montepío del Arrabal, entre otros.

Ha especificado que ante cualquier proyecto de ampliación del club del Molinar, se deberá respetar el edificio singular, que incluye la torre y el campanario, y excluye el comedor.

Con esta revisión, ha apuntado el concejal de Modelo de Ciudad y Vivienda Digna, se protege «más la identidad de la ciudad y sobre todo su singularidad y esencia».

Esta es una aprobación inicial, en unos meses se podrán añadir otros elementos y se esperan las aportaciones ciudadanos y de diversas entidades por lo que se abrirá un proceso de alegaciones antes de su visto bueno definitivo, ha detallado Noguera.

En el listado admitido se incluyen todas las propuestas en el área rural realizada por la asociación Arca, y en el urbano también con excepción que una que afecta al Cementerio de Palma y que está regida por otra ordenanza municipal; así como las iniciativas del Colegio de Arquitectos.

En general, se recomiendan las fichas de protección para todos los elementos, que se basa en un trabajo «científico, riguroso y técnico», ha precisado Noguera.

Evitar demoliciones

Esta moratoria da una cierta «tranquilidad» para que estos nuevos edificios no puedan ser objeto de demoliciones durante este año, que se calcula podría ser menos (ocho meses) hasta completar la elaboración de las fichas de catalogación.

Entre los edificios actualmente amenazados, está el de la Porta de Santa Catalina, 22, que requiere una actuación rápida de protección ante lo que parece «una ruina intencionada», ha aportado la arqueóloga municipal Magdalena Riera.

Riera ha aclarado que esta protección se refiere a los elementos arquitectónicos del edificio que se deben respetar y no a la actividad ni a un cambio de uso.

El regidor ha destacado que la revisión del catálogo es un tema de consenso entre todas las fuerzas políticas del Ayuntamiento y permite a «promotores y constructores tener más claras las reglas del juego».