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El pleno del Parlament ha aprobado este martes, con los únicos votos en contra de PP y Ciudadanos, la toma en consideración de una proposición de ley presentada por Cort para derogar un artículo de la Ley de Capitalidad y que Palma de Mallorca pase a denominarse Palma.

Cuatro años después de que la Cámara balear aprobase el cambio de Palma a Palma de Mallorca, la sesión del Parlament de este martes ha acogido esta toma en consideración con el voto en contra de los 'populares', cuyo diputado Alvaro Gijón ha pedido a los grupos que no cambien la historia y ha defendido que Palma también se ha llamado Palma de Mallorca durante muchos años.

El 'popular', quien ha criticado la presencia de gran parte del equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Palma asegurando que espera que «los grandes problemas de Palma ya estén resueltos», ha lamentado que «una vez más, se vuelva a hacer política» y que el resto de grupos digan que Palma de Mallorca «viene impuesto de España».

«Al final el aeropuerto seguirá siendo el de Palma de Mallorca, también pondrá 'de Mallorca' en el DNI y, cuando alguien vaya a buscar un viaje, tendrá que poner Palma de Mallorca. Podrán cambiar lo que quieran cambiar, pero la gente seguirá llamando a la ciudad como quieran», ha zanjado.

También en contra de la toma en consideración se ha mostrado Ciudadanos, cuyo portavoz parlamentario, Xavier Pericay, ha recordado las diferentes ciudades con nombres similares al de la capital mallorquina y ha destacado los beneficios que tienen la asociación de la ciudad con la isla en la que está emplazada.

Además, Pericay ha considerado que el cambio supone un «retroceso» puesto que «no se tienen en cuenta las ventajas e inconvenientes de una forma y otra», si bien ha admitido que el uso de Palma -y no Palma de Mallorca- por parte de los baleares «es incontestable»

A favor de la toma en consideración

El portavoz adjunto de Podemos en el Parlament, Alberto Jarabo, que se ha mostrado a favor de la toma en consideración, ha explicado que «Palma es nuestra ciudad» puesto que Palma de Mallorca es «un nombre comercial, una marca» que «ayuda a distinguirnos de otros sitios del Estado, como las Palmas o la Palma».

En este sentido se ha manifestado también la diputada de MES per Mallorca, Bel Busquets, quien ha recordado que Palma de Mallorca nunca fue «un nombre oficial», sino «un nombre oficioso promovido desde Madrid».

«Palma de Mallorca es un nombre reciente, es el nombre que todos los mallorquines asocian a la burocracia».

Así, la econacionalista ha criticado que durante la pasada legislatura se promoviese el cambio de modificación, una «barbaridad» que propusieron «haciendo caso omiso, a la ciencia, a la historia y a la cultura».

«Palma es suficiente potente por sí misma, Palma es Palma con mucho orgullo», ha concluido.

Conflicto lingüístico

Mientras, MES per Menorca ha defendido el nombre de Palma «sin apellidos» y ha entendido que los cambios en la denominación que se llevan a cabo cada cierto tiempo «no dejan de ser el ejemplo de un conflicto lingüístico», similar al que tiene lugar en Menorca con Maó o Mahón.

Por parte del PI, su portavoz Jaume Font, pese a estar a favor del cambio de denominación, ha explicado que presentarán enmiendas para que se mantenga la «marca Palma de Mallorca».

«Entendemos que la marca Palma de Mallorca vale la pena que la puedan emplear sin perjudicar el nombre de Palma», ha añadido.

El diputado del PSIB, Jaume Garau, se ha preguntado los motivos por los cuales «si las principales ciudades que son capitales de España, como Barcelona o Valencia, tienen nombres con un origen romano, *por qué Palma no puede reivindicar estar con ciudades de origen?».

Además, ha considerado que «no se puede mantener» tener un nombre oficial y otro con el que los palmesanos nombren a la ciudad porque sería mantener una disglosia cultural que debilitaría a la capital.

PSIB

El socialista ha entendido que el cambio de Palma a Palma de Mallorca practicado en el 2012 se produjo en un momento en el que el PP llevaba a cabo una estrategia contra la cultura y la lengua catalana.

«Nos toca recuperar el nombre de Palma» por diferentes razones como sentimentales, científicas y políticas».

«Lo mejor para la ciudad es que el nombre sean el que usan los ciudadanos», ha concluido antes de pedir al PP que «se sume a este consenso».

Durante el debate, también ha intervenido el alcalde de Palma, José Hila, quien ha defendido el cambio de denominación de Palma de Mallorca a Palma puesto que «el nombre de la ciudad no es lo que los otros nos ponen desde fuera, sino lo que reconocemos como propio las personas que vivimos».

«Palma tiene la suficiente entidad para llamarse Palma y que nos ubiquen en el mapa sin añadidos», ha declarado.

Cabe recordar que el Consell de Govern se mostró en marzo a favor de cambiar el nombre de la capital mallorquina para que se llame Palma en lugar de Palma de Mallorca, tal y como propone el Ayuntamiento.