El hotel Inglaterra próximo al Parque Central y al Capitolio.

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La Habana Vieja se ha convertido en un auténtico El Dorado para las cadenas hoteleras internacionales. Calificada por el Gobierno cubano como la ‘ciudad maravilla’, es en estos momentos objeto de disputa entre las cadenas hoteleras de Balears y las americanas, más aún tras la visita de Barack Obama el pasado mes de abril, para quedarse con el mayor número de establecimientos en todo el casco antiguo de la capital.

Aquí, Meliá Hotels International es la que peor lo está teniendo, ya que iba a gestionar el emblemático hotel Inglaterra, pero la firma del primer acuerdo bilateral entre el régimen castrista y estadounidense ha provocado que este hotel, próximo al Parque Central y al Paseo del Prado, vaya a ser gestionado por Starwood, propiedad de Gran Caribe y que el hotel Quinta Avenida Habana, propiedad del grupo Gaviota, lo sea bajo la marca Four Point By Sheraton.

Las cadenas americanas están echando el resto, lo cual ha provocado que las mallorquinas Meliá, Iberostar y Blau estén haciendo lo propio, especialmente cuando la Habana Vieja se va convertir en uno de los principales atractivos de la Isla a nivel de hotelería urbana. «Nos interesa como proyecto de futuro y expansión de nuestras marcas urbanas, como Innside y Me, en La Habana. Es una decisión estratégica a muy corto plazo», explicaba el presidente de Meliá, Gabriel Escarrer, en la capital cubana. Miguel Fluxá, presidente de Iberostar también lo tiene claro sobre el futuro turístico de esta parte de La Habana, de ahí que su equipo de expansión está en plena fase de estudio de proyectos. El consejero delegado de Blau Hoteles, Pau Servera, va más lejos: «Se va a producir una auténtica explosión hotelera en esta parte de la ciudad. Interesa a todos los operadores como destino y a nosotros también, de ahí que queremos contar con un hotel de cuatro estrellas plus».