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La asociación protectora del patrimonio ARCA ha presentado sus alegaciones políticas y jurídicas contra la destrucción del monumento de sa Feixina de Palma, así como las de los ciudadanos que han querido sumarse.

Los representantes de ARCA Ángeles Fermoselle y Xavier Terrasa han entregado hoy 500 hojas de alegaciones y han declarado que el Ayuntamiento de Palma tiene «una oportunidad más para escuchar a la gran mayoría de la ciudadanía que está por la conservación del monumento».

«Desde ARCA creemos que no atender la avalancha de peticiones para su conservación, y no buscar el consenso y el entendimiento, sería el fracaso de la política y el triunfo de la imposición», ha señalado Fermoselle.

En este contexto, la entidad conservacionista advierte que «imponer con mentiras una destrucción patrimonial por motivos ideológicos sería el fracaso de la política».

En este contexto, ARCA defiende que Cort no puede actuar sin el apoyo de los técnicos municipales, que «no quieren firmar un informe de idoneidad porque saben que es falso, es una vergüenza».

Además, ARCA acusa al gobierno municipal de «crear división y enfrentamientos entre la ciudadanía haciendo creer que quien defiende el monumento de Sa Feixina está defendiendo una loa al fascismo; es un acto político irresponsable y peligroso, además de un insulto a ARCA y a la mayoría de la ciudadanía, algo que el equipo de gobierno está haciendo desde hace casi un año».

«Si finalmente son los tribunales los que demuestran la arbitrariedad de este equipo de gobierno, sería el fracaso de la política», advierte esta entidad.

Entre las alegaciones presentadas figura que «destruir» el monumento vulneraría la Ley de Patrimonio Histórico de las Islas Baleares y el espíritu de la Ley de Memoria Histórica.

ARCA pide «una vez más inteligencia y capacidad de diálogo» al equipo de gobierno y recuerda que el monumento «nunca ha sido un monumento a un barco de guerra, sino a las víctimas del enfrentamiento (de la guerra civil), y así se reconoce en la leyenda que el propio ayuntamiento ordenó poner en varios idiomas».

Además, el obelisco fue adaptado a la Ley de Memoria Histórica, para lo cual Cort gastó en su día 40.000 euros, por lo que ARCA pide ahora no «malgastar las huellas de la historia y dinero».