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La consellera d’Hisenda, Catalina Cladera, lanzó este martes al Gobierno una propuesta de enorme calado: pidió que Mariano Rajoy perdone a Balears los 6.212,5 millones de euros que le debe en concepto de fondos de liquidez autonómica y otros mecanismos de amortización. A cambio, el Govern renunciaría a reclamar la «deuda histórica» que mantiene el Gobierno con Balears.

El perdón de toda esta deuda, la condonación global como lo llama la consellera, tendría efectos «beneficiosos» ya que la deuda global de la Comunitat se reduciría hasta quedar en el 10 por ciento del PIB, frente al 30 por ciento que supone en la actualidad. «Este mecanismo de poner a cero el contador de la deuda no es una maniobra impensable cuando la deuda no es más que un absurdo impagable que nos condena a una subordinación permanente al creditor», afirmó la consellera Cladera en la comisión parlamentaria en la que se abordó en este asunto.

La consellera fue mucho más allá y afirmó que Balears «es una comunidad intervenida de hecho por el Estado como consecuencia de la gestión de una deuda que en la práctica resulta imposible de eliminar».