Pablo Iglesias. | Carlos Montes de Oca

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Los pasillos del Consell eran este miércoles un hervidero de rumores entre miembros de Podemos, que participan en el gobierno de la institución insular e incluso tiene la vicepresidencia. Habían llegado noticias frescas de Madrid. Los teléfonos zumbaban. «Hay pacto para la Moncloa», se comentaba. El acuerdo Pedro Sánchez-Pablo Iglesias se daba por hecho, así como el desmarque del PSOE de Albert Rivera. «Habrá Gobierno de izquierdas con el apoyo del PNV», se aseguraba. La pregunta era obligada: ¿Y los catalanes? ¿Qué harán los catalanes? La respuesta era irónica, pero demoledora: «Perderán el AVE. No llegarán a tiempo para coger el tren. No votarán. Así los 161 escaños de la izquierda más los vascos y el vacío catalán serán suficientes para proclamar a Sánchez presidente».

Según se comentaba en Palma «las negociaciones están siendo mucho más intensas de lo que la gente cree. Se han sabido hacer sin que se enterasen los medios de comunicación, al menos de la mayoría de encuentros. Llevan más de veinte días de constantes ofertas y contraofertas, incluida la Semana Santa. Hay acuerdo en el fondo, solo queda vestir el santo y venderlo a la opinión pública», asegura la gente mallorquina de Podemos. Son conscientes de que de fructificar este pacto «habrá un terremoto entre muchos poderes fácticos, incluida la Banca, pero hacia ahí vamos».

En este contexto se inscriben dos factores que lo avalarían. Por un lado el encuentro secreto de Pedro Sánchez con Oriol Junqueras, a espaldas de Rivera (e incluso de Puigdemont). Aquí se estaría fraguando la «pérdida del tren o que se vayan a tomar un café a la hora de votar». El segundo factor es que «el Gobierno Rajoy se ha olido la jugada. Sólo así se explica esta nueva y desaforada embestida por la cuestión de Venezuela, cuando los propios tribunales han rechazado investigarlo por insustancial».

La existencia de este pacto «comenzaría a ser palpable dentro de no muchos días, ya que el objetivo es formalizar el acuerdo alrededor del 23 de abril». Por su parte, fuentes socialistas de Palma analizan con más frialdad estos supuestos avances en la negociación pero, en todo caso, de fructificar este acuerdo, que desataría una tormenta política en Madrid, «daría la razón al PSIB, que siempre ha defendido para España un pacto a la balear».

Esta misma semana ya comenzará a visualizarse si el optimismo que se respira entre miembros de Podemos en el Consell «se convierte en realidad o se frustra en el último momento».