Protestas por el derribo del monumento al crucero Baleares en el pleno del Ajuntament de Palma. | Joan Torres

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Representantes de varias entidades vecinales de Palma han protestado este miércoles al inicio del pleno del Ajuntament por los planes del consistorio de derribar el monumento al crucero Baleares en dicho parque de Palma, al grito de «Sa Feixina no se toca».

Partidarios y detractores de la demolición se han enfrentado a gritos al inicio del pleno. Entre quienes han protestado había miembros de las asociaciones de vecinos de Santa Catalina y del Arenal Playa de Palma, así como de Padrins Flautes.

Entre quienes han protestado había miembros de las asociaciones de vecinos de Santa Catalina y del Arenal Platja de Palma, así como de Padrins Flautes.

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El portavoz de la Plataforma Salvem sa Feixina, Miquel Obrador, ha pedido al gobierno municipal que reflexione y dialogue sobre su decisión de destruir el monumento y ha recordado que quienes lo defienden tienen el apoyo de ARCA y la Unesco. Pablo Gálvez, del Club de personas mayores del Molinar, ha insistido en la petición de diálogo.

Otra representante vecinal ha dicho que el monumento «no es ni más ni menos horroroso que otros pirulís de Palma y es mucho más discreto que el monstruoso Palacio de Congresos que sigue viendo pasar el tiempo sin que a nadie le importe».

Ha recalcado que «hace años» que el Ajuntament borró los símbolos franquistas que se habían añadido en su día al monumento, que originariamente estaba dedicado a la memoria «de 700 jóvenes a los que les tocó ir a filas». «Este monumento estaba dedicado a los inocentes y las víctimas», ha afirmado.

«Dejen las piedras donde están y den paso a la memoria», ha pedido y ha asegurado que en Ondarroa hay dos monumentos al crucero Baleares. «El monolito no se toca, la historia es historia, sea buena o mala», ha concluido.