José Ramón Bauzá. | Joan Torres

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Como venía anticipando esta sección desde hace semanas, José Ramón Bauzá enseña cada vez más la patita. Ahora anda metidito en la elitista corriente Floridablanca de la crema del PP madrileño, cuyos miembros desprecian al mismísimo Rajoy por basto y pueblerino tras las chapuzas de Bárcenas, Rita Barberá y demás familia. Los que se creyeron que mandar a Bauzá de senador autonómico a Madrid era su final político se equivocaron de medio a medio. En realidad le regalaron medios y oportunidades para conspirar y, sobre todo, para vengarse. En el Madrid imperial es donde está el verdadero poder, tanto el político como el económico. Bien lo saben quienes conocen la vida y milagros de José Moñino y Redondo, conde de Floridablanca, secretario de Estado de Carlos III y Carlos IV. Gran patriota que recuperó La Florida y Menorca, clásico reformista desde arriba, pero que miraba a todos por encima del hombro, sobre todo a los que consideraba paletos o iletrados.

Puesto a negar, Bauzá niega que esté detrás del grupo pepero mallorquín Hablan las Bases, que encabeza Antonio Deudero, presidente del Comité de Derechos y Garantías del PP-Balear. Pero todos los indicios apuntan hacia lo contrario. Los Twitter de Deudero se han sumado a la petición del grupo Floridablanca de exigir un congreso del PP nacional a partir de «un afiliado un voto». Bauzá, bien tratado en la Red por Floridablanca, también se ha sumado. «Ha olido fuerza y poderío para poder así vengarse de los regionalistas. All festival twittero Floridablanca se han sumado conocidos miembros mallorquines de Hablan las Bases como Cristina Graupera, Belén Bárcenas o Patricia Guasp», se comenta en Palma.

¿Cual es el objetivo? Fuentes regionalistas creen que a corto plazo meterle miedo en el cuerpo a Rajoy para que no le dé al president Miquel Vidal los plenos poderes que ha solicitado «para poder ejercer como un president como Dios manda, aunque no haya sido elegido en un congreso». El objetivo de Vidal es poder «remover algunos cargos», dicen sus leales, empezando, lógicamente, por quitarle a Deudero la presidencia del Comité de Garantías, órgano de un inmeso poder con el que puede expedientar al más pintado. Desde siempre el presidente de este Comité había estado, manu militari, a las órdenes del presidente del partido. «Pero ahora Deudero y su secretario Kiko Mercadal hacen y deshacen mientras lideran una facción. Es muy preocupante».

Cena en Es Fortí

El sábado pasado hubo cena en el Club Militar Es Fortí. Se despedía el comandante general, Fernando Aznar. Allí acudieron, entre otros, José Ramón Bauzá por un lado y la regionalista Aina Aguiló por el otro. En el PP se asegura que intercambiaron palabras. Ellos dos callan, pero los ojos parecían orejas en el Club Militar. Se comenta que Aina Aguiló le dijo a José Ramón que «tú estás detrás de los expedientes que me han abierto Antoni Deudero y Kiko Mercadal». Dicen que Bauzá contestó con una sonrisa y lo negó. «Yo ya estoy de vuelta de todo», le indicó a Aina. Pero ésta insistió: «Tú pusiste a Deudero y Mercadal, que van contra mí. Tú manejas todo eso. Y el secretario general, Andreu Ferrer, no está con el president Vidal, sino contigo». Bauzá respondió: «¿Con quién quieres que esté? ¿Acaso con los que me dieron la patada?». Aina consiguió tirarle de la lengua, según se comenta.

En el PP dicen: « Aina vio a las claras que Bauzá mueve los hilos. Quiere neutralizar a Vidal porque así debilita a los regionalistas. Ya ve que el movimiento antiRajoy crece como la espuma en Madrid. Lo de un militante-un voto significa en realidad: Mariano lárgate o te echaremos. Personajes tan importantes como Cristina Cifuentes o Javier Maroto ya están muy cerca de Floridablanca. Y Bauzá se está sumando a la movida reformista-ilustrada-elitista madrileña para hacerles un afeitado en seco a los provincianos regionalistas. No piensa volver a liderar el PP-Balear, mira más arriba, hacia Madrid. En Balears sólo quiere limpieza vengativa».

Mientras, el grupo Floridablanca es cada vez más fuerte. Saben mover los hilos de la alcurnia es esta operación dirigida a apartar al provinciano pontevedrés del plasma, el ruiz y el Luis sé fuerte. Uno de sus promotores es Tommy Burns Marañón. Nieto por parte de madre de don Gregorio Marañón e hijo por línea paterna de uno de los cerebros del servicio de inteligencia británico en España durante la Segunda Guerra Mundial. Como es sabido, el Intelligence Service fue capaz de tomarle el pelo incluso al gallego que tenía el poder entonces, un tal Francisco Franco, al que consiguieron neutralizar para que no se sumase al Eje junto a Hitler.

Esta élite ilustrada, desde Floridablanca a Burns padre, sabe mover muchos hilos en los más floreados y enmoquetados despachos del poder y del dinero. Y allí ha metido el hocico José Ramón Bauzá. Que vayan con cuidadito los provincianos regionalistas mallorquines porque Joserra es vengativo.