Juli Fuster, director general del Servei de Salut. | Joan Torres

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El director general del Servei de Salut (Ib-Salut), Juli Fuster, ha vuelto a defender su «idoneidad» en el cargo este miércoles en comisión parlamentaria a pesar de ser la pareja de la consellera de Salud, Patricia Gómez, y ha añadido: «Mi vida privada es mía y no voy a hablar de ella».

Fuster ha respondido así a las preguntas de la diputada del PP, Núria Riera, que ha señalado que no cuestiona su «trayectoria profesional» sino que su nombramiento «no sea ni ético ni estético» y que con él la presidenta del Govern, Francina Armengol, «incumpla un mandato parlamentario».

Riera ha censurado también que «no están cumpliendo la Ley autonómica de Buen Gobierno y la Ley de Transparencia estatal» y por todo esto le ha pedido que «al menos practique la coherencia con la nueva política».

Respecto a los nombramientos de cargos de confianza, Fuster ha dicho que él no nombró a Jordan Thomas como asesor, pero ha manifestado que «de los 25-30 cargos de libre designación, sí hay alguno del PSIB».

Sobre la Facultad de Medicina, tema al que ha hecho referencia la diputada de Podemos, Marta Maicas, el director general del Ib-Salut ha aseverado que «es una oportunidad única» y que «no quitará ni un euro a medicamentos ni a listas de espera».

En relación a sus declaraciones sobre los agricultores y el desconocimiento del castellano, Fuster ha dicho: «De ninguna manera intenté menospreciar a nadie y menos a un colectivo, el de agricultores y payeses, al que respeto y admiro». «Lo dije porque se ha dado el caso de que algún sustituto mío no sabía hablar catalán», ha añadido.