Luis Tejeiro durante su declaración este miércoles en la decimosexta jornada del juicio por el caso Nóos. | Jaume Morey

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El asesor contable del grupo Nóos Luis Tejeiro ha declarado este miércoles ante el tribunal que juzga el caso que Iñaki Urdangarin y su socio Diego Torres tenían contratados en sus empresas a empleados ficticios para obtener ventajas fiscales.

Tejeiro ha asegurado en su declaración como testigo en la decimosexta jornada del juicio de Nóos que los salarios de esos empleados falsos eran cargados a las cuentas de las empresas mediante cheques al portador que se transformaban en dinero en metálico que se quedaban Urdangarin y Torres.

El testigo, socio de una consultoría que gestionaba la contabilidad y la gestión laboral de las empresas del grupo Nóos, ha relatado a preguntas del fiscal Pedro Horrach que él mismo estuvo empleado al menos en una de las sociedades pero nunca cobró nada por ello y su salario se «ennegrecía» en favor de Torres, que es su cuñado.

«En el tema contable lo controlaba todo hasta el céntimo», ha dicho de Diego Torres, esposo de su hermana Ana María, acusada en la causa junto a su marido y a otro hermano, el también contable Marco Antonio, quien en su declaración también denunció contrataciones ficticias.

Tejeiro, que declara por videoconferencia desde Barcelona, ha señalado que, además de él y su hermana Patricia, conoció numerosos casos de empleados ficticios utilizados para alcanzar los mínimos de trabajadores de alta en la Seguridad Social para que las empresas pudieran acogerse a los beneficios de la «amortización libre».

Las instrucciones para la contratación de estos falsos empleados las daban tanto Torres como Urdangarin, aunque principalmente el primero, que estaba muy involucrado en la gestión del personal, contable y tributaria, ha insistido el testigo.

El dinero que se declaraba como salarios de esos trabajadores «se lo quedaban los propietarios de las sociedades del grupo Nóos que eran Diego y, posteriormente, Iñaki», ha redundado.

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El fiscal también ha preguntado a Luis Tejeiro sobre la sociedad De Goes, radicada en Londres, de la que el asesor contable ha contado que la creó Torres con la intención de realizar actividades internacionales pero «se utilizó sobre todo para sacar dinero del país».

Ha ratificado además la declaración de su hermano Marco en el sentido de que las empresas de Urdangarin y Torres funcionaban como un grupo e incluso estaban radicadas en espacios comunes. «Los trabajadores que eran reales estaban todos ubicados en los mismos despachos», ha manifestado ante el tribunal de la Audiencia de Palma.

Niega haber recibido órdenes de la Infanta

«Nunca jamás. Ni siquiera la conozco». Así ha respondido Luis Tejeiro al ser preguntado sobre si recibió alguna vez órdenes de la Infanta Cristina, desvinculándola de este modo de las actividades irregulares urdidas por Iñaki Urdangarin y su exsocio Diego Torres.

El testigo se ha pronunciado en estos términos al ser interpelado por el letrado de la Infanta --acusada como cooperadora necesaria de dos delitos fiscales en el marco de esta causa-- Pau Molins, quien le ha inquirido sobre si la hermana del Rey Felipe VI le dio alguna instrucción en relación a facturas o en materia fiscal.

Asimismo, en relación al papel que ejercía su hermana Ana María Tejeiro, mujer a su vez de Torres, el excontable ha llegado a afirmar que «mi pobre hermana en este tema no tiene nada que ver. Ni pincha ni corta. Aguanta lo que aguanta».

También en la jornada de este miércoles está previsto que declare otro hermano de ambos, el exsecretario y asesor fiscal del Instituto Nóos Miguel Tejeiro, para quien le fueron retiradas las acusaciones al inicio de la vista oral y en el que han descargado todas las responsabilidades económicas tanto Urdangarin como Torres.

En el escrito de defensa que presentó en su día de cara al juicio, Tejeiro señalaba que en ningún momento tuvo poder de decisión alguno en Nóos como tampoco tuvo participación societaria ni formó parte de los órganos de administración del conjunto de mercantiles propiedad de Urdangarin y Torres. De hecho, alegaba que no llevó a cabo ninguna conducta delictiva ni intervino en los hechos investigados.