Imagen del Grog Balu tomada desde el Puig de Tossals. | Pau Figuerola

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Las últimas lluvias han supuesto cierta recuperación del estado de los embalses, que ahora mismo, con 4,233 hectómetros cúbicos de agua, están al 35,26 por ciento de su capacidad, cuando a principios de año estaban al 27,7 por ciento. Nada que ver, en cualquier caso, con lo que era lo normal los últimos años y, en concreto, con el 96,02 por ciento que alcanzaban el año pasado por estas fechas gracias a la gran nevada que se produjo en febrero, con más de un metro de nieve en el Cúber.

Emaya informó este lunes de que desde el pasado viernes el nivel del Gorg Blau ha subido 41 centímetros, debido a los 43 litros por metro cuadrado que han caído estos días, y ahora se encuentra al 34,32 por ciento de su capacidad. Como dato curioso, desde la empresa municipal se informó de que a este embalse le faltan 10,16 metros de agua para alcanzar el nivel máximo y que rebose.

En cuanto a Cúber, desde el viernes ha subido 12 centímetros, tras los 50 litros por metro cuadrado llovidos, y está al 36,75 por ciento de su capacidad. En este caso, el pantano está a 6,09 metros de su límite.

Con esta situación, y teniendo en cuenta que el líquido de los embalses ahora no se utiliza, sigue siendo imprescindible la compra de agua desalada a la Agencia Balear del Agua y la Calidad Ambiental (Abaqua), empresa dependiente del Govern.