Más de 200 personas han participado en la marcha. | P. Pellicer

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Más de 200 personas se han concentrado este sábado en Palma para adherirse a la Marcha Europea por los Refugiados bajo el lema 'Pasaje Seguro'. En la misma se exige a todos los gobiernos, y a los europeos en particular, que abran vías seguras de acceso al territorio para que quienes huyen de la guerra y la persecución no tengan que jugarse la vida en trayectos imposibles por mar o por tierra.

Un total de 25 países, entre los que figura España, acogen estas concentraciones. En Palma, la marcha ha sido convocada por la comisión de derechos humanos del Colegio de Abogados de Baleares y ha contado con una batucada y una performance para visualizar el problema de las familias que huyen de los conflictos.

La concentración, que ha partido de la Rambla (frente al Colegio de Abogados), ha terminado en la Plaça Major, donde se ha leído un manifiesto.

Frente a la pancarta que abría la marcha avanzaban un grupo de actores vestidos de refugiados, cercados por una goma elástica que sujetaban otros actores disfrazados de agentes de fuerzas de seguridad, a modo de performance simbólica.

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En la Plaça Major se ha leído un manifiesto en el que se exige a los gobiernos europeos establecer vías seguras y legales, terrestres o marítimas, mediante visados humanitarios, derecho de asilo y asentamiento familiar.

También se ha pedido la suspensión de los acuerdos de devolución con países que no respeten los derechos humanos, y la anulación del Acuerdo de Readmisión con Marruecos de 1992.

En este sentido, el manifiesto ha hecho una llamada a la solidaridad entre los estados europeos para acoger «urgentemente» a las personas refugiadas que hay en Grecia e Italia, y disponer su reubicación según los compromisos adoptados.

En concreto, se ha reclamado un pasaje seguro para las personas refugiadas en Grecia, la frontera sur de España y el resto de Europa, para que todas las personas con necesidad de protección internacional, independientemente de su país de origen, puedan acceder a territorio español y europeo para ejercer su derecho a solicitar asilo.

Por ello, el texto ha ido más allá reivindicando que se persiga y castigue los discursos, medidas y actitudes racistas contra las personas refugiadas.