El abogado de Torres, Manuel González Peeters, se ha volcado al inicio de su interrogatorio en tratar de demostrar que el acusado no tenía el papel de mero «correveidile» que, según la definición del propio letrado, se ha puesto de manifiesto en sus más de 12 horas de declaración efectiva ante el tribunal de la Audiencia de Palma que juzga el caso Nóos.
«Yo no he negociado nada, he sido transmisor de instrucciones», ha manifestado Tejeiro, a quien el abogado defensor de su hermana y su cuñado ha preguntado por distintos correos electrónicos con los que pretende poner en evidencia que el excontable tenía más poder de decisión del que ha manifestado.
Peeters ha exhibido un currículum de 2008 en el que Tejeiro hacía gala de experiencia como «consultor de empresas», «director financiero» y «director general» en diversas sociedades del conglomerado en torno a Nóos. «Es un currículum hinchado», ha admitido el interrogado.
En su intervención, interrumpida a las 14.35 horas para continuar a las 16.00, el abogado ha intentado poner de manifiesto también que Tejeiro intervenía en la elaboración de convenios del Instituto Nóos y validaba facturas en su nombre, ante lo que el compareciente ha reiterado que «no tomaba decisiones sin consultarlas».
El excontable ha confirmado que varios pagos cargados al Instituto Nóos por empresas de Torres correspondían a servicios reales prestados por empleados de esas sociedades.
El abogado ha puesto en duda que el salario de 30.000 euros más dietas que percibía se correspondiera con las tareas administrativas sin poder de decisión que Tejeiro se ha atribuido. «Si me pagaban un sueldo no lo voy a rechazar», ha argumentado.
Preguntado por el papel que desempeñaba en la sociedad sin ánimo de lucro Instituto Nóos el secretario de las infantas, Carlos García Revenga, que formaba parte de su junta directiva, Tejeiro ha reiterado que a su juicio no tenía ninguna función.
El interrogatorio de Peeters ha sido tenso en algunos momentos, particularmente al principio, por el tono de las preguntas, que ha motivado que la presidenta del tribunal, Samantha Romero, haya pedido al letrado «que se modere».
«Lamentablemente he de contenerme y no hacer ningún comentario al efecto», ha dicho el abogado ante una de las respuestas del acusado, a quien ha espetado también cuando le pedía una aclaración: «A mí usted no me formula preguntas».
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