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El alcalde de Palma, José Hila, ha asegurado este miércoles que el Ajuntament que lidera impulsa «un modelo de ciudad donde la cultura debe tener un papel protagonista» durante la entrega de los Premios Ciutat de Palma, que se ha celebrado hoy en el Teatro Principal.

El alcalde ha explicado que este protagonismo quiere decir «cultura accesible y transversal, innovación, memoria, cuidado de la lengua, desarrollo de empresas culturales y, de manera primordial, educación y participación ciudadana».

«Somos conscientes de que creer que más cultura y más educación significa más conocimiento y más ciudadanía implica, también, una gran responsabilidad como Ayuntamiento», ha afirmado Hila durante su discurso.

Para el primer edil «la cultura debe ir de la mano de la educación», que deben «llegar a todos los rincones, en los pueblos y barrios de nuestra ciudad» y en todas sus formas, como una «herramienta imprescindible para la formación de ciudadanos críticos».

Para ello, ha prometido, el consistorio pondrá todos los medios para hacer «accesible la cultura a todo el mundo».

Devolver el prestigio a estos premios es un reto para Cort, ya se vive «otra manera de hacer política y porque no, otra manera de entender la cultura», ya que «esta crisis no ha sido sólo económica, sino también cultural, incluso generacional», ha incidido Hila.

En su alocución, el alcalde de Palma se ha referido a Ramon Llull, el viajero de la palabra, que pretendía «escribir el mejor libro del mundo», como una forma de hacer accesible el conocimiento a todos.

El alcalde ha recordado que «la palabra inspiró desde hace cerca de sesenta años los Premios Ciutat de Palma, que en la edición de este año incluyen las modalidades de novela y poesía en catalán, artes visuales, cómic y cortometrajes de animación, documental y ficción».

«Reivindicamos nuestro importante y extenso legado cultural, como el de Ramon Llull, pero también el espíritu impregnado de la acción política, como el de Emili Darder, quien luchó como nadie para prestigiar los servicios públicos, especialmente la educación y la cultura, para atacar las desigualdades».

Para Hila, los premios deben ser «un hito en la transformación cultural que reclama este nuevo siglo».

El alcalde se ha referido al atractivo turístico de Palma por su potencial histórico, artístico y patrimonial como ciudad cultural y de cara al futuro prevé, entre otras acciones, conseguir que el edificio de GESA «sea un faro para atraer y desarrollar nuevas industrias culturales y tecnológicas en nuestra ciudad».

«La cultura nos permite proyectarnos como ciudad, recibir y exportar conocimiento. Porque tenemos que ser conscientes de que la gran fuerza cultural de la ciudad surge de su gente», ha recalcado el alcalde.

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Galardones

Durante la ceremonia se ha hecho entrega de los nueve galardones convocados, que cuentan con una dotación total de 80.000 euros.

Marcel Riera Bou ha recibido el Joan Alcover de Poesía y 12.000 euros por la obra «Occidente», que el jurado define como «una meditación efervescente y compacta sobre la experiencia contemporánea del occidentalidad».

El Llorenç Villalonga de novela (26.000 euros) ha sido para Miguel Angel Vidal por «La ciudad de las almas», en la que se ha reconocido la «ambición, la voluntad de novelar el bullicio de la ciudad, el alma colectiva de esta ciudad y también el diálogo con algunos títulos importantes de la tradición occidental moderna».

El Antoni Gelabert de Artes Visuales (12.000 euros) se lo he llevado Carles Congost Feliu por «The artist behind the aura», que «crea, a partir de un alter ego, una narrativa autobiográfica que explica los proyectos del mismo artista no realizados».

El premio de cómic, con 10.000 euros, ha sido para Eduardo Pelegrín Martínez de Pisón por «Calpurnio», de la que el jurado destaca la apuesta por «la originalidad de una obra gráficamente atrevida, narrativamente inteligente y que a través del humor da como resultado una ficción ingeniosa y descabellada».

Fernando Franco García y Begoña Arostegui Monterrubio y «El lugar adecuada» han logrado el premio de cortometraje de animación, por tener «una narrativa efectiva y buen sentido de la intriga y el ritmo sobre la inconveniencia de dejarse llevar únicamente por las circunstancias».

El premio de 5.000 euros por el cortometraje de ficción lo ha conseguido José Manuel Roig Sobrino por «Starman», al lograr, según el jurado, «unas actuaciones impecables, un casting excelente, unos personajes muy bien construidos, un buen ritmo narrativo, un guión bien estructurado, una historia que da que pensar y una muy buena dirección de fotografía».

En cortometraje documental, Medardo Amor Martín y «Gertrudis (la mujer que no enterrado sobre talentos)» han logrado los 5.000 euros de premio y el reconocimiento del jurado «por la habilidad del guionista para combinar las diferentes declaraciones y convertirlas en un discurso con ritmo, homogéneo y a la vez variado construido a partir de opiniones, datos biográficos o anécdotas».

La beca investigación con 5.000 euros para el desarrollo de la iniciativa se lo ha llevado Ana Ferrero Horrach por el proyecto «Ramon Llull, icono cultural: planificación estratégica de los recursos patrimoniales vinculados a Ramon Llull para su desarrollo turístico cultural en Palma».

La reforma del Club Tenis Palma de Rafael Vidal Juste ha conseguido el Guillem Sagrera de Arquitectura y 12.000 euros, en la que «se valora especialmente la suerte que supone para la ciudad la recuperación de un edificio moderno de gran interés, con un proyecto que propone una rehabilitación respetuosa con la propuesta original y, a la vez, innovadora con la integración de un sistema de instalaciones para la mejora de la eficiencia energética».

La gala ha contado con las actuaciones de la compañía sa Boira, que ha representado un fragmento de «El baile de las peonzas"; de la Res de Res En Blanco, que ha mostrado una pieza de su espectáculo «Fuga», y de Gloria Julián, que ha musicalizado poemas suyos y de Lucia Pietrelli.