El espacio de exposición de Can Gazà, que desde el año pasado se encuentra en el polígono de Can Valero. | Miquel Àngel Canyelles

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Las llamadas que reciben tanto en Can Gazà como en la Fundació Deixalles para retirar trastos a domicilio se ha multiplicado desde que Emaya implantó su nuevo servicio de recogida.

Desde Ca'n Gazá explican que este cambio les ha supuesto algunos problemas. Jaume Santandreu, su fundador, afirma que si antes recibían llamadas para recoger trastos «una vez a la semana», ahora les llaman «unas siete u ocho veces al día».

Santandreu explica que la lista de espera llega ahora mismo hasta marzo y que en Can Gazà tienen unos «medios pobrísimos» para llevar a cabo la recogida.

En la Fundació Deixalles, en cambio, actúan diferente: «como lo que ofrecemos es un servicio gratuito, tomamos la decisión sobre qué es lo que nos llevamos». Son palabras de Ricardo Camaño, el responsable de logística.

A pesar de la preselección, en Deixalles han tenido que añadir un camión a los dos que tenían hasta ahora y dan cita a una semana vista. En el mes de noviembre recogían una media diaria de 734 kilos de trastos, una cantidad que aumentó a 809 en diciembre (el mes que entró en vigor la nueva recogida de Emaya). «En lo que llevamos de enero», explica Camaño, «se están recogiendo cada día de media 1.111 kilos, un 37% más que el mes pasado» y un 51% más que antes de que el Ajuntament implementara el nuevo modelo.