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La consellera de Salud, Patricia Gómez, se ha mostrado «totalmente en contra» del Real Decreto de prescripción enfermera que entrará en vigor este jueves, ha criticado al Ministerio por haber «creado un problema donde no lo había» y ha indicado que se estudiará la posibilidad impugnarlo.

«Estamos totalmente en contra del contenido de este Real Decreto porque supone un acto de absoluta irresponsabilidad, que va en contra de la realidad sanitaria y no responde a las necesidades de los pacientes», ha declarado la consellera en una rueda de prensa en la que ha apelado al sentido común y ha dicho que los servicios jurídicos trabajan para buscar una solución que dé estabilidad a los trabajadores.

El texto, explica el Govern, establece que médicos, odontólogos y podólogos, en el ámbito de sus respectivas competencias, son los únicos profesionales con facultad para recetar. De esta manera, los enfermeros, a pesar de tener la misma formación en farmacología acreditada por el Ministerio de Educación, no podrán administrar legalmente ningún medicamento ni producto sanitario, si no hay previamente un prescriptor que diagnostique al paciente y determine el protocolo de práctica clínica a seguir.

«La entrada en vigor del Real Decreto no sólo no soluciona el problema del vacío legal que afecta a la actividad del personal de enfermería, sino que agrava la situación imponiendo una prohibición que sin motivo alguno quita autonomía a los profesionales que realizan una tarea asistencial con formación y eficiencia probadas», indica el Ejecutivo balear.

Por ello, Gómez ha considerado que «el Ministerio ha creado un problema donde no lo había» y ha defendido la capacitación de los enfermeros. Asimismo, ha lamentado que la nueva normativa les impedirá realizar, de forma autónoma, cientos de actuaciones que hasta ahora han desarrollado con toda normalidad.

Esta decisión, indica el Govern, tiene consecuencias directas para los profesionales de enfermería, que ya no podrían desarrollar muchísimas tareas cotidianas sin la previa autorización del médico. Además, los propios médicos verán incrementado considerablemente el volumen de trabajo y los pacientes verán alargados los tiempos de atención.