Presentación del «Anuario de la educación de Balears 2015», fruto de la colaboración entre la Universidad de las Illes Balears (UIB) y la Fundación Guillem Cifre de Colonya y que analiza la situación del sistema educativo. | Joan Torres

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Un 56 % de los alumnos de Balears de 15 años no estudia el curso que le corresponde por edad, un porcentaje inferior a la media nacional, que es del 62 % y que se debe a la elevada tasa de repetición que se da en las islas a pesar de que se ha demostrado que no es una herramienta eficaz de recuperación.

Son algunos de los datos que recoge el «Anuario de la educación de Balears 2015», fruto de la colaboración entre la Universidad de las Illes Balears (UIB) y la Fundación Guillem Cifre de Colonya y que analiza la situación del sistema educativo.

El artículo «La repetición de curso en la enseñanza obligatoria», elaborado por los especialistas Bartomeu Cañellas y Heracli Portas, recoge que Balears presenta unas tasas muy elevadas en comparación con la media nacional, una cuestión que consideran que debe ser abordada por los centros educativos, los claustros y la administración.

«Le damos valor como herramienta pedagógica cuando se demuestra ineficaz y que el alumnado, cuanto más repite, peor resultado tiene», ha asegurado Cañellas en la presentación del anuario.

Ha indicado que el peor dato se da en segundo de primaria, con una tasa de repetición del 6,5 % en Balears frente a la media nacional del 4,7 %, en una etapa muy inicial de la educación obligatoria, que en su opinión «refleja que algo no funciona».

Otro dato aportado por el filólogo y catedrático de instituto jubilado es que mientras la tasa media de repetición en cuarto de primaria es del 4 %, en Balears se sitúa en 4,8 %. En el caso de secundaria, la media en tercero de ESO es de un 12 % de repetidores y en Balears del 13,3, y en cuarto la media estatal es del 10 y en las islas del 10,7 %.

Esa elevada repetición hace que la tasa de idoneidad (el porcentaje de alumnado que estudia el curso que le corresponde) a los 15 años sea del 56 % del alumnado en Balears, solo mejor que en Murcia, Ceuta y Melilla, y muy por debajo de comunidades como Catalunya, donde es del 74 %.

Si bien ha indicado que se trata de una cuestión compleja, Cañellas ha achacado la elevada tasa de repetición en Balears a «un asunto cultural y una manera de hacer de centro».

Cree que una concepción «muy extendida entre las familias, el profesora y el propio alumnado» es que si un estudiante va peor, no se entiende que no repita curso, cuando «hay países donde la repetición no está ni contemplada, como es Finlandia».

«La repetición se plantea como herramienta de recuperación pero conduce al fracaso y al abandono y hace que las tasas de idoneidad sean inusualmente altas», ha criticado y ha señalado que no guarda relación con otras variables como el gasto educativo, las ratio o la presencia de inmigrantes.

Cañellas es partidario de evitar la repetición y sustituirla por una cultura de segundas oportunidades en la que se apliquen medidas preventivas y en cuanto se detecte que un alumno que no alcanza el grado de aprendizaje que debería, «darle apoyo y no separarlo del grupo sino aplicar medidas específicas».

Alumnado extranjero

Otro de los artículos del anuario, elaborado por el especialista Lluís Vidaña, analiza «La percepción de la presencia de alumnado extranjero en el sistema educativo de Balears», que ha disminuido en 2.500 alumnos en el último curso, si bien mantiene una elevada presencia en las aulas, con 23.800 alumnos foráneos.

Vidaña ha asegurado que, aunque Balears es una de las comunidades con mayor porcentaje de alumnado extranjero, esa circunstancia «no ha hecho que el sistema adoptara medidas consistentes para trabajar en su integración intercultural».

«Trabajar la interculturalidad en la escuela no puede esperar más y debe ser un objetivo prioritario, porque si hay casi 24.000 alumnos extranjeros, se debe trabajar de forma intensa en su integración», ha reivindicado Vidaña, quien ha asegurado que «la administración anterior ha vaciado de contenido los mecanismos de apoyo a los centros para trabajar en la inmigración» y ha abogado por que «la administración pública debe recuperar el protagonismo en este aspecto».

Sobre el conjunto del anuario, la especialista Belén Pascual ha señalado que los principales indicadores sobre educación no han empeorado en Balears. Por su parte, Manuel Perelló ha indicado que para mejorar la situación «hace falta una mirada completamente diferente» y un replanteamiento de la educación que suponga «no pequeños cambios, sino radicales».