Rafael Perera, en una imagen de archivo. | Click

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El presidente del Consell Consultiu, Rafael Perera, ha pedido este lunes al Govern que dote a la institución de una nueva sede «digna» de sus funciones y ha anunciado que dejará el cargo cuando concluya el actual mandato.

Perera ha planteado su demanda y ha defendido la pervivencia del órgano de asesoramiento legal en la presentación de las memorias del Consell Consultiu de 2013 y 2014, un acto que han presidido en el Consolat de Mar la jefa del ejecutivo, Francina Armengol, y la presidenta del Parlament, Xelo Huertas.

El veterano jurista, que deja la institución tras once años de consejero, ha recordado que las instalaciones en las que trabaja junto a sus compañeros están en un dos pisos de un edificio de viviendas de la calle Rubén Darío de Palma, lugar «inadecuado, no digno y poco representativo».

El Consell Consultiu ha emitido 583 dictámenes entre 2011 y 2014, informes legales referidos principalmente a expedientes de responsabilidad patrimonial (252), proyectos de decretos (104) y revisiones de oficio (79).

En su penúltimo ejercicio, la entidad tuvo un presupuesto de 536.000 euros, un 11 % menos que en 2011, según ha resaltado su secretario, Felio Bauzá.

Ha recordado que órganos de otras comunidades autónomas con funciones idénticas tienen un coste mucho mayor, como son los casos de Canarias (4,4 millones de euros) y Andalucía (3,3 millones), y solo el de Aragón tuvo en 2014 un presupuesto menor (323.000 euros).

Perera ha defendido que los consejos consultivos, como su equivalente nacional, el Consejo de Estado, «son una garantía del Estado de Derecho y del interés general» y ha censurado su eliminación con argumentos presupuestario, como va a ocurrir en Madrid.

La supresión del Consell Consultiu madrileño, que esta misma semana se debate en la Asamblea de esa comunicado, es a su juicio «un atentado a una pieza fundamental del Estado de Derecho».

Perera, que ha agradecido la confianza depositada en él por el Govern y el Parlament, ha encomiado el trabajo del órgano de consulta y ha subrayado que actúa con total independencia respecto al poder político, aunque sus vocales son designados a propuesta de los grupos parlamentarios.

Ha recordado que algún pronunciamiento del Consell Consultido ha sido «molesto» para el Govern, lo que «demuestra que funciona el sistema de control legal».

Francina Armengol ha asegurado que la institución de asesoramiento cumple una tarea «enorme importancia» y ha destacado que sus miembros trabajan con eficacia de forma «casi altruista» y a pesar de las «carencias de infraestructuras».