José Ramón Bauzá atiende en noviembre de 2011 a un grupo de discapacitados a las puertas del Parlament. Protestaban por el impago de las ayudas. | J. TORRES

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El Ejecutivo de Jose Ramón Bauzá deja en herencia al Govern de Francina Armengol 398 millones de euros de impagos a proveedores y otras administraciones. Esta cifra se suman a los 8.434 millones que se deben a los bancos. En total: 8.832 millones en impagos.

La cifra de impago a proveedores dista a la baja de la que se encontró Bauzá, pero también dista al alza si a ella se suma todo el dinero que se debe a los bancos. La deuda con los bancos que encontró el presidente del PP era en 2011 de 4.432 millones y el impago a los proveedores sumaba 1.561 millones, por lo que el impago total del Govern de Antich era de 5.993 millones de euros, casi 3.000 millones menos de los que ahora ha encontrado la consellera d’Hisenda, Catalina Cladera.

Es decir, que el Govern de José Ramón Bauzá redujo a la deuda a proveedores y otras administraciones a costa de aumentar el endeudamiento con los bancos ya que el Govern se Bauzá se acogió al Plan de Pago a Proveedores para saldar en parte estos impagos.

Y pese a que la deuda con proveedores se redujo de forma sustancial en los cuatro años de Govern del PP, Bauzá debía a los proveedores 188 millones de euros en su último mes de mandato. La mayor parte, un total de 144,3 millones, son deudas del IB-Salut, a las que se suman 21,6 millones que debe directamente el Govern y otros 22,1 millones que adeudan las empresas públicas dependientes del Ejecutivo.

El segundo montante más importante es la deuda con los consells, que es de 169,1 millones. Los impagos a proveedores y otras instituciones se completan con los 21,3 millones que se deben a los ayuntamientos y los 19,6 pendientes con otras instituciones, como el Parlament o la UIB.