TW
5

La Federación Empresarial Balear de Transportes (FEBT-CAEB) ha solicitado este miércoles al Govern balear y al Consell de Mallorca que reconsideren su decisión de cesar la importación de residuos en forma de combustible sólido recuperado para su incineración en Son Reus porque perjudica al sector.

La entidad ha anunciado en un comunicado que realizará formalmente esta solicitud a ambas administraciones y pedirá que abran una mesa de diálogo con todas las partes implicadas, escuchando a los transportistas, marítimos y terrestres.

La FEBT, actuando en defensa de los intereses de los empresarios y profesionales de un sector «importante y estratégico para Baleares» como es el transporte, ha señalado «los graves perjuicios económicos que dicha decisión supondría para el sector y para la economía y conectividad» de las islas.

Desde que en diciembre de 2013 se inició la importación de residuos para su tratamiento en Son Reus, se han transportado un total de 85.064 toneladas de este combustible, según información facilitada por la empresa concesionaria de la planta (Tirme), lo que ha supuesto alrededor de 3.780 traslados en camión lo que ha generado unos 130 puestos de trabajo.

En la actualidad, una treintena las empresas transportistas de Baleares participan en esta actividad que, según la FEBT, contribuye en buena medida a desestacionalizar la demanda.

La patronal recalca que el hecho de que estos traslados se hayan realizado durante la época de menor afluencia de turistas y por tanto de menor transporte de mercancías en la isla -de mediados de septiembre a mediados de junio- ha contribuido a generar puestos de trabajo más seguros y más estables, al proporcionar mayor estabilidad a las empresas dedicadas al transporte de mercancías.

Añaden que la importación de residuos ha supuesto mejorar la conectividad marítima entre Mallorca y algunas regiones italianas, así como con Valencia, lo que «ha facilitado la exportación de productos locales, como el cemento o las algarrobas, a nuevos mercados, que sin estas nuevas rutas marítimas resultan inaccesibles para los productos de las islas».

La FEBT ha recordado los inconvenientes de la insularidad para la economía y «la imperiosa necesidad de contar con líneas marítimas amplias y estables, que hagan posible la salida y entrada de mercancías». La patronal cree que el cese de la importación de basura pone en peligro la continuidad de estas nuevas líneas marítimas.

Añade que el «CSR» importado de Italia «es un combustible no peligroso que cumple con las normas europeas especificadas por el Comité Europeo de Normalización» y entra en Mallorca en plataformas cerradas, «de modo que no puede producir ningún tipo de olores ni derrames, sin ser ni siquiera visible».