Biel Barceló e Inma de Benito, en primer plano, durante la reunión con la patronal hotelera. | Joan Torres

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El Govern y la patronal hotelera de Mallorca han abierto este lunes el proceso de diálogo sobre la política turística que se llevará a cabo esta legislatura en Baleares, una negociación que inician enfrentados sobre el proyecto del ejecutivo de izquierdas de aplicar un impuesto a los turistas.

El vicepresidente y conseller de Innovación, Investigación y Turismo, Biel Barceló, ha dicho tras reunirse con la directiva de la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM) que su propósito es dialogar «en los próximos meses con todos los sectores para que se pueda llevar adelante» la implantación de la ecotasa.

De hecho, ha avanzado que en breve comenzará el proceso de redacción de la norma que regirá el impuesto, que se cobraría en los alojamientos turísticos si no se superan las dificultades para recaudarlo en aeropuertos y puertos o incorporarlo a los precios de los billetes y los paquetes turísticos.

La presidenta de la FEHM, Inmaculada Benito, ha asegurado que todavía confía en convencer a Barceló «de los problemas de competitividad» que generaría la ecotasa y le ha pedido que no se implante el año próximo porque ya se están cerrando los precios con los turoperadores, un compromiso que el vicepresidente ha eludido asumir.

«El problema de financiación no se puede resolver a través de nuevos impuestos», ha incidido Benito, que se ha mostrado dispuesta a «ir a reivindicar a Madrid junto con el Govern una «reversión económica» justa para Baleares.

Barceló ha prometido tener en cuenta la solicitud de los hoteleros de no implantar la ecotasa en 2016 porque ya se están fijando los precios con los operadores turísticos, pero ha apuntado que su departamento y el de Hacieeda van a empezar ya «a trabajar en la redacción» de la normativa del impuesto.

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El conseller de Turismo ha explicado que la primera opción es cobrar la tasa a los turistas en los aeropuertos y los puertos, pero esta es una vía difícil por las restricciones legales, máxime cuando esas instalaciones son de titularidad estatal.

La siguiente alternativa sería que los turistas abonaran la tasa junto con sus billetes aéreos o sus paquetes vacacionales, pero es un modelo que «también tiene dificultades», ha apuntado.

Por ello, la opción final sería delegar el cobro del impuesto a las empresas que comercializan alojamiento turístico, ya sea hotelero o residencial, ha argumentado Barceló.

Respecto a la regulación del alquiler vacacional de viviendas particulares, una competencia de la que también este lunes se han quejado los responsables de la FEHM, el vicepresidente ha asegurado que se restringirá «con mucho cuidado», dadas sus «implicaciones urbanísticas, residenciales y territoriales». Y se hará «hablando con todos los sectores afectados» ha añadido.

Preguntado sobre la posible aplicación en Baleares de la idea de limitar el número de turistas lanzada por el presidente de Canarias, Fernando Clavijo, Barceló ha señalado que es un debate que podría abrir dentro del marco de la mejora del modelo económico.

«En estos momentos tenemos todos muy claro que nuestra capacidad en verano está absolutamente agotada» y que solo queda «margen en meses de temporada baja», ha manifestado.