La imagen que ofrece la estación del tren de Son Servera es lamentable. La suciedad se ha adueñado de este emblemático edificio que fue restaurado hace pocos años.

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La intención de Serveis Ferroviaris de Mallorca (SFM) de sacar a explotación las cuatro estaciones de la vía verde (Artà, Son Servera, Sant Llorenç y Son Carrió) tendrá que esperar a la constitución de un nuevo Govern.

La explotación de estos edificios ya había salido a licitación y algunas empresas se habían interesado. El último paso era la adjudicación que estaba prevista que se llevara a cabo en el mes de mayo. Según fuentes autorizadas del Govern, «la tramitación sigue su curso» y «será muy difícil la adjudicación antes del cambio de gobierno. Sólo queda un último consejo de administración y será para liquidar otros asuntos».

De esta manera serán los nuevos responsables de SFM los que decidirán si siguen adelante con la privatización de las estaciones o de lo contrario la explotación de estos edificios da marcha atrás.

Mientras tanto la degradación es constante sobretodo en el caso de la estación de Son Servera. Lo que hace unos años era un edificio ejemplar, totalmente renovado, se ha convertido en un nido de suciedad. La imagen que ofrece, en el corazón de la ciudad, es lamentable y son muchos los vecinos que hacen llegar sus quejas a los responsables municipales. El Ajuntament no tiene competencia en este sentido y son muchas las ocasiones en las que se ha pedido algún tipo de actuación al respeto.

Los serverins lamentan la dejadez y la pasividad de las autoridades competentes por no haber actuado en un edificio que poco a poco ha ido perdiendo su carácter. Las distintas salas parecen un basurero, se pueden ver agujeros en las paredes, destrozos o pintadas, objeto de una falta de civismo.