Un grupo de alumnos compite en una carrera contra el hambre en Es Portitxol. | M. À. Cañellas

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Más de 53.00 alumnos de distintos centros educativos de España han participado este viernes, de forma simultánea, en la decimoctava Carrera contra el Hambre, con el objetivo de conseguir fondos para evitar que 8.500 pequeños de menos de cinco años mueran cada día por desnutrición.

La carrera organizada por Acción contra el Hambre, en colaboración con numerosas entidades, es una iniciativa solidaria, educativa y deportiva que sensibiliza a los más pequeños sobre las causas y consecuencias del hambre y les hace partícipes de la solución pues por cada vuelta o kilómetro recorrido, sus familiares y amigos donan una pequeña cantidad a esta organización humanitaria.

En 2014, el esfuerzo de 300.000 niños sumó casi cuatro millones de euros.

Alfonso Calderón, responsable de Campañas y Eventos de Acción contra el Hambre, ha incidido en esta idea, máxime teniendo en cuenta que «en el mundo desarrollado 66 millones de niños van a la escuela con el estómago vacío».

«Las consecuencias de la desnutrición van más allá de problemas en el desarrollo físico y cognitivo de quien la padece», ha agregado Calderón, quien ha hecho hincapié en la influencia que tiene en el desarrollo de un país una alta prevalencia de desnutridos.

Eso ocurre en Burkina Fasso, el país africano que ocupa el puesto 183 de 187 en el índice de desarrollo humano: más del 10 % de los niños menores de cinco años padecen desnutrición aguda y además en la región oriental la tasa de desnutrición crónica supera el 40 %.

Acción contra el Hambre destina los fondos logrados a proyectos de lucha contra la desnutrición en países como Filipinas, Malí, Bolivia o Burkina Faso.