Una de las pintadas de la muralla. | Redacción Local

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El vandalismo se ha cebado en los últimos años con el Baluard del Príncep. La muralla, incluso en zonas ya rehabilitadas, padece desde hace tiempo los efectos del spray de grafiteros incívicos, cuyas marcas ahora ‘borrará’ Cort. Patrimoni del Consell autorizó este martes un proyecto específico de limpieza que pondrá fin al menos a seis de estas marcas.

La dificultad de esta intervención radica en la disparidad de estructuras afectadas, que son de diversos materiales –marés, mortero de cal, por ejemplo–, y en la determinación de las técnicas y procesos de limpieza que requieren cada uno. Se descartó en su día el agua a presión, ya que limpiaba la pintura pero podría agredir a los muros.

Cort puso en conocimiento de Patrimoni Històric hace más de un año su intención de limpiar la muralla y los técnicos del departamento solicitaron un proyecto firmado por un conservador-restaurador que especificara cómo se eliminarían las pintadas; concretamente, estos seis graffitis. La propuesta fue autorizada ayer y permitirá acabar con estas marcas gamberras que afectan a las crestas del polvorín, a otros parapetos adyacentes y a muros de marés construidos en la reciente obra de Martínez Lapeña y Elías Torres.

Hace unos meses los técnicos también autorizaron la limpieza de otras pintadas fascistas en esta zona. Finalmente, Cort no ha instalado las cámaras de vigilancia.