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El PSIB-PSOE ha criticado que los pliegos del Palacio de Congresos eran «nocivos para el interés público, como se ha demostrado» al adjudicarse a la oferta menos ventajosa económicamente. El Consejo de Administración de Palau de Congresos de Palma ha aceptado este martes la propuesta de la Mesa de Contratación de otorgar la gestión de la infraestructura y el hotel anexo a Grupo Barceló.

En un comunicado, la formación asevera que ya cuestionó los pliegos del concurso para la concesión de la infraestructura, entre otras cosas por la pérdida del solar sobre el que se levanta el hotel, y pidió su retirada para consensuar los criterios de valoración y las condiciones que se tenían que exigir a la empresa ganadora.

«Ahora se da la situación paradójica de que el hotel pueda acabar vendido a la oferta menos ventajosa para los intereses públicos», inciden desde el partido.

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«Los pliegos permitían esa opción y ahora se ha cumplido, pero la nueva situación puede ser lesiva para los intereses públicos», apunta el concejal socialista Andreu Alcover, quien recuerda que su formación ya denunció la pérdida de patrimonio público con la venta del solar y del hotel que se produce.

Desde el PSIB-PSOE lamentan de este modo que el PP tome esta decisión «justo antes de las elecciones, como ha hecho tantas veces y como desgraciadamente hizo con el Palacio de Congresos en 2007».

Es por ello que consideran «lamentable que un equipo de gobierno, agotado, que da por acabada la legislatura y que no continuará a partir de mayo, hipoteque unilateralmente el futuro de una infraestructura tan importante para la ciudad», añade Alcover, preocupado «por las consecuencias que puede tener esta decisión, teniendo en cuenta la nefasta gestión que ha hecho el PP de esta infraestructura».

Alcover recuerda una serie de decisiones «totalmente erróneas, como pueden ser la licitación de la infraestructura en tres ocasiones diferentes -con las correspondientes declaraciones de desierto-, el intento de venta del hotel, por no hablar de la decisión unilateral del Ayuntamiento de detener las obras, algo insólito».