Las fincas construidas en 1966 deberán inspeccionarse en 2016. | Pere Bota

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Cort endurece las sanciones por no pasar la inspección técnica de edificios y crea nuevas penalizaciones por no corregir las irregularidades detectadas. Estas son las dos principales consecuencias del Informe de Evaluación de Edificios aprobado este martes, que sustituye a la Inspección Técnica de Edificios (ITE).

El teniente de alcalde d’Urbanisme, Jesús Valls, informó que será aprobado definitivamente en el pleno de abril, pero no se aplicará hasta finales de agosto; darán tres meses para que los inmuebles que tienen que someterse a la inspección este año puedan adaptarse. Se trata de 2.097 edificios construidos o reformados integralmente entre 1091 y 1965; ya han sido inspeccionados el 18,76 %.

Hasta ahora hay una sanción única de 600 euros por no pasar la ITE. La nueva normativa prevé entre 600 y 1.500 euros de multa para los edificios no protegidos que no se sometan a la inspección y de hasta 3.000 euros para los que tengan alguna protección. Además, si no se corrigen las deficiencias habrá multas coercitivas que irán de 1.000, 2.000 y 3.000 euros de forma sucesiva.

Los propietarios tendrán seis meses para presentar la solicitud de licencia de obra; si hay peligro inminente y el propietario no actúa sin dilación, lo hará Cort de forma subsidiaria.

Además de la conservación, se inspeccionarán la accesibilidad y la eficiencia energética; pero los dos últimos solo son obligatorios para los residenciales colectivos (hoteles, edificios públicos). Los párkings individuales y las naves industriales (se rigen por otra norma) no tendrán que pasar esta inspección, centrada en residenciales.