Los grupos no han llegado a un acuerdo sobre esta reforma. | M.À.C.

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El PP, que tiene mayoría absoluta, ha perdido hoy la primera votación de toda la legislatura en el Parlament y no ha conseguido reducir en 16 el número de diputados con el fin de ahorrar 7 millones de euros cada cuatro años.

El pleno del Parlament ha celebrado hoy el último pleno de la legislatura 2011-2015. La propuesta del PP precisaba de dos tercios de los diputados, pero los dos partidos de la oposición -PSIB y MÉS- se han opuesto a este proyecto de ley de modificación de la ley electoral de las Islas Baleares.

La oposición ha tildado de «populista» y «electoralista» al Govern por intentar alterar las reglas básicas de la democracia balear a pocos meses de las elecciones autonómicas.

El vicepresidente del Govern, Antonio Gómez, ha mantenido que si el Parlament pasara de sus 59 diputados a 43 «se podría hacer lo mismo, con la misma calidad democrática y con un coste menor» para los ciudadanos.

El también conseller de Presidencia ha argumentado que si todas las administraciones públicas -autonómica, consells y ayuntamientos- y los ciudadanos han experimentado y «padecido» los recortes que se han tenido que adoptar en esta legislatura para salvaguardar los servicios públicos, el Parlament balear y sus diputados también deben dar ejemplo.

Con la propuesta del PP que no ha salido adelante Mallorca hubiera pasado a tener 24 diputados, 9 Menorca, 9 Ibiza y Formentera mantendría su único representante.

Gómez ha mantenido que se trataba de una reforma para «adecuar» el gasto público a las «demandas reales de la sociedad», y ha calificado el proyecto del Govern de «serio, riguroso y muy estudiado».

«Decir no a esta ley no es decir no al PP, es decir no a los ciudadanos de las Islas Baleares», ha sentenciado Gómez.

Desde el PSIB-PSOE, el diputado Cosme Bonet ha acusado al Govern y al PP de ni «intentar» pactar esta ley y ha subrayado que la necesidad de sumar dos tercios de votos para aprobarla es «un contrapeso contra las mayorías autoritarias».

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Bonet ha criticado que el único argumento de los populares para modificar la ley electoral es que el gasto del Parlament es «excesivo e innecesario: éste es el concepto que tiene el PP del poder legislativo», ha lamentado.

El diputado socialista ha calificado la postura de los populares de «autoritaria y casi antidemocrática», y ha defendido que los socialistas han votado que no para «defender» la democracia.

Desde MÉS, el diputado Nel Martí ha dicho que el PP quiere un «Parlament de cartón de fin de semana» y ha reiterado que lo que «sobran» no son los diputados, sino los «chorizos» en alusión directa a los numerosos casos de corrupción que afectan a los populares, como el caso Bárcenas y la financiación ilegal del PP o la compra de la sede del PP de Palma.

La intención del PP con su propuesta, ha señalado, es «perpetuarse en el Govern» y evitar la entrada en el Parlament de los partidos más pequeños.

«Menos política y menos debate suponen más corrupción, más autoritarismo y mas mafia», ha afirmado el diputado menorquín, para quien esta propuesta era un «ataque a la plurinsularidad» y un «menosprecio» a las islas de Menorca, Ibiza y Formentera.

Además, la iniciativa es «electoralista» y no se puede debatir a dos meses de las elecciones, ha dicho Martí, que ha propuesto un ahorro alternativo de 5 millones de euros si se elimina la posibilidad de que 21 diputados cobren a día de hoy del Parlament y, además, ejerzan una actividad privada remunerada.

Por su parte, la portavoz del PP, Mabel Cabrer, ha defendido que la administración pública debe continuar ahorrando y dando «ejemplo» a los ciudadanos, e igualmente el Parlament, con el propósito de que los ciudadanos pueden «confiar» en la clase política.

Cabrer ha afirmado que el Parlament «no es intocable» y ha recordado la reforma que en este mismo sentido se ha aprobado recientemente en la comunidad de Castilla-La Mancha.

La diputada popular ha criticado el «inmovilismo» de la oposición, que con su postura «cierra los ojos a la realidad».