Alumnos del colegio Sagrat Cor de Pal, disfrazados de peces. | Julián Aguirre

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Los Carnavales son una de las fiestas que más contenta a los niños. La prueba de ello se ha visto en los colegios de toda Mallorca, que han vivido sus tradicionales ruetas, que se celebran coincidiendo con el Dijous Llarder.

Los más jóvenes han cambiado hoy en las aulas sus uniformes o su ropa de calle por disfraces de sus personajes favoritos, de las profesiones que les gustaría ejercer de mayores o, simplemente, de objetos cotidianos. De esta guisa han desfilado frente a sus orgullosos profesores y padres -en muchas ocasiones artífices de dichos disfraces-, algunos de los cuales se han animado a acompañar a sus retoños vistiéndose también de Carnaval.

Entre los disfraces más vistos se han incluido el de la Princesa Elsa de la película Frozen o los característicos minions de Gru, mi villano favorito.