Antoni Llamas, Jesús Valls, Fernando González y Quique Izcue en la presentación del PGOU. | Joan Torres

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La Gerència d’Urbanisme aceptará este martes el cese de Antoni Llamas como coordinador de la oficina de revisión del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), que volverá a su plaza de funcionario en Cort. El motivo principal son las desavenencias con el gerente d’Urbanisme, Fernando González, ya que Llamas considera que no le da la importancia que, en su opinión, tiene la revisión del PGOU.

Llamas entregó una carta en diciembre, en la que anunciaba su intención de dimitir. No obstante, se fue de vacaciones hasta el día 16 de enero y desde que volvió ha estado realizando tareas administrativas. La Gerència d’Urbanisme tiene previsto aceptar su dimisión; el gerente asumirá sus funciones mientras encuentran un sustituto. El director técnico del área o un arquitecto de la revisión del PGOU se barajan como posibles candidatos.

La dimisión de Llamas tiene calado político, ya que también es conseller del PP en el Consell de Mallorca. Las tensiones en la Gerència d’Urbanisme han motivado que Llamas presente su dimisión a tres meses de las elecciones. Será prácticamente imposible aprobar inicialmente el PGOU antes de los comicios; Cort lo desvinculan de la dimisión.

La ampliación del Club Marítimo del Molinar es otro de los casos que más ampollas está suscitando, incluso en el gobierno municipal. Los afines a José María Rodríguez son partidarios de ampliar el Club Marítimo, mientras que los partidarios del alcalde rechazan el proyecto de ampliación.

La licencia del Casino Teatro Balear es otro ejemplo. El letrado de Urbanisme emitió un informe a favor de conceder la licencia y Urbanisme la anuló con otro informe de los servicios jurídicos; aseguran que el letrado ha cambiado de opinión.