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Los dependientes de las Islas se decantan por pedir antes una ayuda económica que un servicio o una plaza residencial o de día. Según los últimos datos del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Balears concedió el año pasado, hasta el 30 de noviembre, 3.598 prestaciones por servicio, un 31,08 por ciento del total, y 7.977 prestaciones económica para cuidados en el entorno familiar, lo que suponen el 68,92 por ciento del global.

Estos porcentajes sitúan a Balears como la comunidad, incluso más que Ceuta y Melilla, que concede más prestaciones económicas y menos prestaciones por servicio a los beneficiarios de la Ley de Dependencia.

Esta elección, contraria a la que se da en el resto de comunidades, ha sido así desde la aprobación de la Ley de Dependencia y, sobre todo, desde que empezó la crisis económica. Para algunas familias ese dinero ha sido fundamental para poder salir adelante, aunque eso supusiera hacerse cargo sin más ayudas de la persona dependiente, que en muchos casos es la abuela o el abuelo.

También ha influido el que durante años las Islas han tenido un déficit importante de plazas residenciales y centros de día y no existían algunos de los servicios actuales. Así, ante la disyuntiva de pasar meses, o incluso años, esperando un servicio o una plaza, muchas personas se decantaban por el dinero.