La concejal de Participación Ciudadana del Ajuntament de Palma, Esperanza Crespí, durante una rueda de prensa. | Guillermo Esteban

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MÉS ha reclamado este viernes la dimisión de la concejal de Participación Ciudadana del Ajuntament de Palma, Esperanza Crespí, por «impedir las actividades a las entidades ciudadanas».

En un comunicado, el regidor de MÉS Antoni Noguera ha criticado que, después de que este jueves denunciasen que el PP trata a las entidades ciudadanas de Palma como si fueran grandes empresas privadas, se haya confirmado que Cort prohíbe la celebración del tradicional 'correfoc'» en Son Sardina.

El también candidato a la Alcaldía ha reprochado a Crespí que haya sido incapaz de ejercer sus funciones y obligaciones como concejal puesto que el Ajuntament tiene la obligación de facilitar la participación como una herramienta básica democrática y de dinamización de la ciudad.

«Están imponiendo dificultades enormes e injustificadas a las entidades ciudadanas y asociaciones de vecinos», ha señalado Noguera, que ha añadido que los requisitos que pide Cort «son desmesurados ya que exigen proyectos técnicos firmados por arquitectos, ingenieros, o similares».

«La suspensión del correfoc de Son Sardina no será la primera. Después pueden venir otros barrios y entidades vecinales que han pedido celebrar 'correfoc' y no podrán, como Ses Veles o Cas Caspiscol», ha indicado.

Noguera ha remarcado que el PP está privatizando el espacio público y la están privando para el uso de las actividades de las entidades. Amparándose en la Ley 7/2013, de 26 de noviembre, de régimen jurídico de instalación, acceso y ejercicio de actividades en Baleares, impiden a las entidades vecinales llevar a cabo actividades sin ánimo de lucro a las barriadas.

Amparándose en esta ley, el Ajuntament exige demandas «imposibles» para entidades participativas y ciudadanas. «El costo de contratar a un ingeniero para redactar un plan de emergencia no es asumible por una entidad pequeña», alerta Noguera.