El concejal de Seguridad Ciudadana de Palma, Guillermo Navarro, a su llegada a los juzgados de Palma. | Alejandro Sepúlveda

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El concejal de Seguridad Ciudadana de Palma, Guillermo Navarro, continúa imputado en el caso de presunta corrupción en la Policía Local después de haber declarado esta tarde durante tres horas ante la jueza Carmen González, que mantiene el secreto del sumario.

«Hemos cumplido con la Justicia y estoy muy tranquilo», ha manifestado el edil a la salida de los juzgados de Palma, donde la mañana de este martes también ha prestado declaración el jefe de la Policía municipal, Joan Mut, que también continúa imputado por prevaricación y coacciones.

Navarro ha eludido responder a la pregunta de si se ha planteado dimitir por su imputación y ha apelado al secreto del sumario para evitar hacer manifestaciones sobre su comparecencia, a la que han asistido los fiscales anticorrupción Juan Carrau y Miguel Ángel Subirán.

Está previsto que este miércoles pasen a disposición judicial los ocho agentes de la Policía Local de Palma detenidos desde este lunes en el marco de la operación contra supuestas prácticas irregulares en el cuerpo de seguridad impulsada por la titular del juzgado de instrucción 12 de la capital balear.

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En su declaración de esta mañana, el jefe de la Policía Local ha negado que la apertura de expediente y el traslado de un agente tuvieran como propósito tapar las irregularidades que el policía había denunciado.

Según fuentes jurídicas, Mut ha explicado ante la jueza y los fiscales anticorrupción que la apertura del expediente abierto en 2014 a un agente del Grupo de Actuación Preventiva (GAP) tiene su origen en las fricciones entre dos bandos de policías en el seno de esta unidad y que su traslado respondió a la necesidad de reducir la tensión existente.

El jefe policial ha hecho hincapié en que la denuncia contra él es fruto de el enfrentamiento entre agentes y que su actuación ha sido legal y justificada.

También ha atribuido a esta animadversión las denuncias de supuestas irregularidades en la actuación de algunos policías del GAP en sus relaciones con empresarios de ocio, en particular en la zona turística de la Playa de Palma.