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El empresario Bartolomé Cursach ha dicho este martes que cuando compró la finca de Son Cabrer desconocía que en la zona se fuera a construir el hospital Son Espases puesto que, de haberlo sabido, no la hubiera comprado. «No vale la pena porque no dejan hacer nada», ha manifestado.

Durante su comparecencia en la Comisión de investigación de Son Espases, Cursach ha asegurado que adquirió la finca porque se pensaba que Palma iba a continuar su crecimiento en esa zona. «No la compré para sembrar patatas, sino porque pensé iba a seguir creciendo por ahí».

Cursach ha explicado que empezó a negociar la compra de la finca en el año 2000, si bien, por problemas de la familia a la que se la compró, fue escriturada en el 2003. Para adquirirla ha dicho que no consultó con ningún político y que la compró con financiación de Banco de Valencia.

También ha admitido que solicitó permiso para realizar una residencia geriátrica en la finca, aunque el Ayuntamiento de Palma se lo denegó por motivos que, según ha asegurado, no recuerda. Además, ha indicado que, cuando se construyó el hospital, reclamó realizar un «centro con consultas médicas» pero también se lo denegaron «hace un año o año y medio».

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DE SU PROPIEDAD «POR DESGRACIA»

Cursach, quien ha negado que asistiera a una cena con el expresidente del Govern, Jaume Matas, que tuvo lugar en el 2002 con ocasión de un partido de fútbol, ha explicado que la finca continúa siendo de su propiedad actualmente «por desgracia».

Además, ha negado que parte de la finca fuera anexionado al hospital y que únicamente se hicieron con «una parte del terreno para ampliar la carretera». También, ha hecho hincapié en que no ha sacado ningún aprovechamiento o beneficio de la finca.

Finalmente, ha dicho que no ha preparado la comparecencia con nadie más y que únicamente ha pedido los expedientes para dar «cuatro ojeadas» y saber algunas fechas, si bien no revisó los motivos de la denegación del permiso para la construcción de la residencia, ha reiterado.