Unos dos mil docentes han teñido de verde el Passeig Sagrera ante el Consolat de Mar, sede del Govern balear. | Joan Torres

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Algo más de la mitad de los docentes de Mallorca que podían hacer huelga, el 58 %, según la Assemblea de Docents y el 55 %, según STEI-i y CCOO, secundó el paro en contra del TIL, los recortes y la LOMCE, mientras que en Formentera fue el 38 %. Estas son las cifras de participación aportadas por los convocantes, como era de espera muy distintas a las de la Conselleria d’Educació, que cifró el seguimiento en un 11,6 % (un 14,5 % en la pública y un 2,4 % en la concertada), para lo que contabilizó a todos los profesores en activo, sin descontar a los que están obligados a hacer servicios mínimos (el 30 % en Primaria y el 25 % en Secundaria), ni a los que están de baja, ni a los de Menorca o Eivissa que no estaban llamados a la huelga.

La Associació de Directors de Secundària confirmó el seguimiento del 55 % de los convocantes, y no el 11,6 % de la Conselleria.

Los sindicatos no aportaron cifras concretas de la concertada, pero se dio por bueno que el seguimiento no superó el 5 %, de hecho la patronal mayoritaria de los centros católicos reconoció que en muchos de sus colegios no hubo ni un solo docente en huelga, «ni siquiera se habló de ella», afirmó el presidente de Escola Católica, Bernat Alemany. Entre las cooperativas, sí se secundó más, entorno al 50 % de los profesores, según el colectivo de DesConcertats.

Menos seguimiento

A la vista de estos porcentajes puede afirmarse que la huelga no tuvo tanto seguimiento como se esperaba o, por lo menos, como se consiguió en los primeros días de paro del curso pasado. Pero desde la Assemblea de Docents se consideró «una cifra muy buena de seguimiento, teniendo en cuenta todos los paros que hemos hecho y la campaña en contra de esta nueva jornada de huelga», declaró Iñaki Aicart.

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Más que las cifras, Aicart quiso destacar que «nos encontramos en otro inicio de curso en que se han vuelto a parar los centros, en que no ha habido una normalidad y eso ha sido responsabilidad de una Conselleria incapaz de negociar. Nos encontramos en unas condiciones del sistema educativo no iguales sino peores y la respuesta será contundente hasta el final».

El portavoz de la Assemblea volvió a afirmar que entienden la postura de los padres, reticentes a la huelga, pero aseguró que «nosotros somos trabajadores y con este paro estamos defendiendo una mejora del sistema educativo».
El hecho de que las asambleas de Menorca y Eivissa no convocaran el paro se debe ver «como una normalidad», según Aicart, «porque hay autonomía entre territorios y no se puede olvidar que en estas dos islas hay muchos docentes interinos y, por tanto, unas plantillas inestables, y han optado por otro ritmo».

Este año, añadió, «hemos decidido no hablar tanto del TIL, porque todo lo que se podía decir ya se ha dicho, y queremos hacer hincapié en que después de un año de la huelga indefinida nuestras reivindicaciones siguen sin ser atendidas e, incluso, hemos ido a peor: ha llegado la LOMCE, tenemos más ratios, menos profesorado, seguimos sin los equipos de apoyo necearios, sin becas y siguen los expedientes abiertos a directores, como principales asuntos pendientes».

El siguiente paso, dijo, «será aguantar el movimiento de denuncia, pasando a una ofensiva en términos de consenso y de avanzar en el pacto por la educación, hasta el último trimestre en que si el conflicto sigue abierto se valorará entrar en una huelga indefinida en abril o mayo».

El STEI-i, sindicato convocante junto a CCOO, se reafirmó en la su «voluntad de seguir en la lucha unitaria de toda la comunidad educativa» en contra de la política educativa del Govern.
El presidente de Fapa-Mallorca, Vicenç Rodrigo, volvió a manifestar que las familias están del lado de los docentes «de forma casi incondicional», aunque no estén tan de acuerdo en la huelga como vía de protesta.

Hubo padres y madres de alumnos que optaron por no llevar a sus hijos al centro, sobre todo en aquellos en los que se preveía un seguimiento alto. Pero, en general, la presencia de alumnos fue alta, sobre todo en los colegios. En los institutos, muchos alumnos se marcharon a casa al saber que su profesor estaba de huelga. La jornada transcurrió sin incidentes reseñables, según Educació.