Imagen de ayer de un comercio del Centro de Palma que aún ofrece grandes descuentos.

Imagen de ayer de un comercio del Centro de Palma que aún ofrece grandes descuentos. | Joan Torres

Margalida Ramis08/09/14 0:00
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Las rebajas continúan en muchos establecimientos de Mallorca a pesar de estar ya en la segunda semana de septiembre. El buen tiempo de este mes y las bajas ventas de agosto han propiciado que un 60 % de comerciantes haya decidido mantener los descuentos en la ropa y calzado de verano para liquidar el stock, según comunicó la patronal del pequeño y mediano comercio de Mallorca, Pimeco. «Las buenas cifras de llegadas de turistas no se han reflejado en nuestro sector», lamentó su presidente, Bernat Coll.

De acuerdo con el barómetro que elabora la patronal, el 82 % de comerciantes del ramo de la confección, el calzado y los complementos no logró superar las ventas en agosto en comparación con el mismo mes del año pasado. En relación a julio, más de la mitad vendió menos en agosto. «Esto demuestra que el turista viene con el dinero justo y que el residente aún no ha notado la recuperación macroeconómica de la que se habla», indicó el presidente de Pimeco sobre los resultados de este verano.

Menos rentabilidad

Ante esa situación que los comerciantes califican de «crítica» son muchos los que no han quitado el cartel de rebajas aprovechando el cambio de normativa de hace dos años y que permite al empresario realizar rebajas en cualquier época del año. De este modo, se pueden encontrar artículos con descuentos de hasta el 70 % en algunos establecimientos de la Isla . Ese cambio de normativa ha propiciado una menor rentabilidad para los comerciantes, según reconoció Coll, quien se quejó de que «ahora ya no se gana y luchamos a diario para ser competitivos y sobrevivir».

Durante los meses de verano en la mayoría de comercios están a la venta la ropa de verano rebajada y la de la nueva temporada, dirigida en mayor medida al turistas de países más fríos. Sin embargo, esa política comercial no ha dado los resultados esperados a los empresarios de la Isla, que han visto cómo el visitante también ha perdido poder adquisitivo.