Soler (segundo por la derecha, con lazo cuatribarrado), entre Huguet e Isern el día que Pastor rompió la disciplina de voto.

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Cristòfol Soler ya lo tiene decidido: se va del PP por discrepancias con la actual dirección y cuando están a punto de cumplirse tres meses desde que, junto a otros relevantes excargos, como Joan Huguet o Jaume Cladera, pidiera una audiencia al president del Govern José Ramón Bauzá, que no ha respondido.

Soler, que presidió el Govern durante apenas un año tras la renuncia de Cañellas en 1995, ya tiene redactada una carta explicando las razones de su baja y la entregará en la junta local del partido en Inca, de la que forma parte.
El distanciamiento de Soler con la dirección actual del PP era total desde hace mucho tiempo. En los últimos días ha realizado comentarios críticos desde sus cuentas en las redes sociales y ha oído como diversos cargos les han animado a que se marchara. Hace unos meses, el propio portavoz de la Ejecutiva del PP, Miquel Ramis, le instaba a «irse a Podemos, si está tan indignado».

El detonante de aquel desencuentro fue la visita que, junto a Joan Huguet, hizo al profesor Jaume Sastre cuando protagonizó una huelga de hambre.

Apeado por su grupo

Soler, incluso en su etapa de president, siempre se mostró defensor del catalán e, incluso, aprobó un plan piloto de inmersión y lideró una convocatoria a favor de la identidad propia de Balears. Fue abucheado durante un mitin de Aznar en Mallorca y derribado por su propio grupo parlamentario cuando iba a conformar un Govern que excluía a pupilos de Cañellas. Le sustituyó Jaume Matas en 1996.

Soler tiene ‘novios políticos’ en varios partidos, incluido el PI de Pastor, Font y Melià, que apostarían por él para las próximas elecciones. No ha tomado ninguna decisión. En un primer momento barajó esperar a la reunión de la dirección regional del PP, el 18 de septiembre. Ahí se fijará la postura oficial del partido sobre el proceso de primarias y, si hubiera ocasión, se pedirán explicaciones a Bauzá.

Miquel Vidal, secretario general del PP balear, avanzó ayer algo al respecto. Dijo que, «en principio», el partido no se cierra a las primarias, tampoco en Palma, pero que eso va supeditado a que haya más de un aspirante y a que la Junta Territorial, que preside Rodríguez, esté de acuerdo.

Mateo Isern aún no ha dicho oficialmente que quiera repetir. Según Vidal, si hay más de un aspirante podrá celebrarse una elección directa entre militantes, que luego avalará la dirección regional.