La planta de Son Reus, inaugurada en 1996, con su característica chimenea. En primer plano se ve el edificio elíptico que servía en su día como centro de recepción de visitantes y que ahora centraliza las operaciones de las dos incineradoras.

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El Consell cerrará a principios de 2016 la primera de las dos plantas incineradoras que se construyeron en Mallorca. Se trata de las dos líneas de tratamiento con capacidad para quemar 300.000 toneladas que se levantaron en 1996 en Son Reus, tras una batalla política y judicial que marcó época.

El nuevo plan director de residuos que previsiblemente se aprobará este mismo mes de octubre, prevé el cierre de estos dos hornos si bien prevé mantener en funcionamiento la otra planta, construida en 2007, y que tiene capacidad para tratar 400.000 toneladas al año.

Recogida selectiva

El director general de Residus del Consell, Antoni Serra, explicó que nuevo plan director incluye el cierre de la planta incineradora ante la previsión de aumento de la recogida selectiva. En este momento, el porcentaje de recogida selectiva está en el 35 por ciento pero las directivas europeas obligan a subirlo al 50 por ciento.

Una de las medidas que prevé el plan para conseguir este objetivo es la inminente implantación de la recogida selectiva de residuos orgánicos, que se hará en la próxima legislatura. Ello implica que, a partir del año que viene, los ayuntamientos deberán implantar un cuarto contenedor en las calles, el contenedor marrón, en el que sólo se podrá depositar los residuos orgánicos con los que después de hará compostaje. Una novedad muy importante en relación con este asunto es que el plan quita a Tirme el monopolio del tratamiento de esta fracción de basura ya que permite a cada municipio que haga el tratamiento de forma directa, sin necesidad de pasar por las plantas de tratamiento de Tirme.

Además de estas medidas de fomento de la recogida selectiva, el nuevo plan prevé una reducción del 10 por ciento en la producción de residuos.

De hecho, el volumen de basuras que acaban en la incineradora ha ido menguando en los últimos años y, si a comienzos del año 2000 los hornos de Son Reus quemaban más de 500.000 toneladas, el año pasado fueron 425.000, lo que implica una reducción del 15 por ciento, una cifra muy elevada en tan pocos años.

Importación

Uno de los aspectos más polémicos del plan residuos es la legalización definitiva de la controvertida importación de residuos de otros países para incinerar en Palma. Es uno de los pocos aspectos del plan director al que se opone la oposición, por lo que no se descarta que voten en contra de la aprobación inicial. A pesar de esta oposición, Mallorca ya ha recibido los primeros cargamentos de residuos en barcos procedentes de Irlanda que han llegado al puerto de Alcúdia.