Forteza preside desde hace un año y medio la Federació d’Associacions de Veïns de Palma. | Teresa Ayuga

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El presidente de la Federació d’Associacions de Veïns de Palma, Joan Forteza, analiza los problemas de Ciutat y la gestión que realiza el Ajuntament.

—¿Cuáles son los principales problemas de Palma?
—Palma como gran ciudad tienen muchos problemas: circulación, ruidos, transporte, excesivas terrazas de bares o demasiado grandes. También tiene pequeños problemas de convivencia entre los vecinos.

—¿Cuál es el más importante?
—Para mí el problemón que tiene la ciudad es de desarrollo urbanístico, hemos retrocedido en el ránking de ciudades con más calidad de vida.

—¿A qué se refiere?
—Ha habido demasiada permisividad por parte de los responsables de Cort y los desarrollos urbanísticos recientes no han sido completos o no han contemplado futuras vías de desarrollo.

—El alcalde asegura que en Cort se ha implantado una nueva forma de hacer política, ¿la perciben?
—La ha implantado. Hace una política de manu militari sin contar con las entidades ciudadanas; una política autoritaria que no tiene en cuenta la opinión ni la necesidad de los ciudadanos sino que obedece a una idea política neoliberal del PP. Nos ha excluido.

—¿Cómo son las relaciones de la Federació con el equipo de gobierno?
—La Federació ha estado en su sitio, reivindicando nuestras demandas sociales. Creo que ha habido intención de estrangular a las asociaciones por la vía de falta de financiación; subvencionan un 30-35 % de los proyectos que presentan las asociaciones.

—¿Con qué finalidad?
—Eliminar asociaciones, pero esto nos ha unido más y hemos aprendido a hacer lo mismo con menos dinero. No escuchan nuestras voces, de una manera general han impuesto su criterio sin participación ciudadana.

—¿Cuál es la imposición más flagrante?
—En 2012, la Federació se vio obligada a no asistir a la fiesta del Àngel por una imposición militar de Participació Ciutadana; únicamente su fracaso hizo que el año siguiente nos invitasen. También que se van acercando las fechas electorales, que condiciona las voluntades de los políticos. De golpe nos han mejorado las subvenciones y pasamos de 159.000 euros a 190.000.

—¿Cómo valora la desaparición de Fepae?
—Fue una federación de intereses, organizada por el señor Rodríguez para contrarrestar a la Federació. Su desaparición va muy ligada a que no tenían una verdadera voluntad social.

—¿Qué barrio necesita una actuación más urgente?
—Quizás Son Gotleu.

—¿No ha mejorado?
—No, continúa siendo un gueto muy particular. Es muy complicado arreglar Son Gotleu, conviven nacionalidades muy distintas y los palmesanos casi se han ido. Hace pocos meses ha habido reyertas con muertes; esto tira por el suelo cualquier opinión favorable. La policía actúa continuamente por temas de drogas.

—¿Se han creado guetos en otras zonas?
—Hay riesgos porque cada barriada tiene su pequeña zona que es un gueto; la crisis ha contribuido mucho. La gente que está en exclusión, y no es atendida por los servicios sociales de Cort porque los han disminuido, se aglutina donde puede.

—¿Da respuesta Cort a la demanda de servicios sociales?
—No, Cort no ha hecho los deberes en el tema social.

—¿Qué papel desempeña la policía en las barriadas?
—Prácticamente ha desaparecido o está a punto de hacerlo. La Policía de Barrio ha sido sustituida por la Comunitaria que no tiene una presencia constante en los barrios; es un policía transeúnte, que no conoce los problemas.

—¿Palma está limpia?
—No. Las asociaciones de vecinos se quejan de que las barriadas están sucias, también las más cercanas al centro. No hay un sistema de limpieza generalizado, sino actuaciones puntuales que impiden que Palma en general esté siempre limpia.

—¿Hay otros motivos por los que las barriadas se sienten discriminadas respecto al centro?
—Las barriadas se han alejado un poco más del centro porque Cort nos ha cerrado los canales de participación, no nos ha mejorado el transporte público y nos ha quitado oficinas municipales de las barriadas.

—El Rey destacó la transformación de Palma y el alcalde siempre presume de que está mejor que hace tres años, ¿lo comparte?
—Queremos que sea una ciudad para los palmesanos en la que tengan cabida los extranjeros, no una ciudad para extranjeros en la que vivan los palmesanos.

—¿Considera que Palma está mejor o peor?
—Palma está mejor porque se han modernizado un poco sus estructuras, es una ciudad más abierta y, sobre todo, se ha mejorado bastante el mobiliario urbano y la accesibilidad. La iniciativa privada ha renovado edificios; hay gente que se ha desplazado a vivir al centro y se han instalado comercios y oficinas.