Una mujer mete en su carro las bolsas de alimentos que le corresponden del banco de alimentos que reparte Cáritas.

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Un total de 8.127 serán este año los beneficiarios de la tarjeta básica, prestación que cuenta con un presupuesto de 1.425.000 euros para solventar las situación de la población más vulnerabilidad económicamente.

Los beneficiarios de esta tarjeta económica con la que pueden adquirir productos de primera necesidad en los comercios deben cumplir una serie de requisitos para acceder a ella.

Los tarjetas que se entregarán en 2014, el primer año en que esta ayuda se regula mediante un decreto dado que hasta ahora se hacía a través de una convocatoria anual de subvenciones, suponen un incremento del 6 % respecto al año anterior, informa la Conselleria de Familia y Servicios Sociales.

El cambio de un sistema a otro pretende garantizar la estabilidad de la prestación y consolidar un derecho subjetivo de los beneficiarios, para que la convocatoria no dependa de la disponibilidad presupuestaria de cada ejercicio.

Así, la tarjeta básica pasa a formar parte de la cartera de Servicios Sociales como una prestación garantizada.

El decreto establece la renovación automática anual de esta ayuda a las personas que ya son beneficiarias, siempre que mantengan las condiciones exigidas.

De esta manera, el sistema se hace más ágil y se acortan los plazos para la entrega y el aprovechamiento de la ayuda.

Las personas que reciben la tarjeta básica de forma automática este año suman 7.814, a las que se suman 313 tarjetas de personas que lo han solicitado.

La tarjeta básica consiste en una ayuda de 175 euros destinado a adquirir productos de primera necesidad para personas con dificultades económicas y que son beneficiarias de las pensiones más bajas, como las no contributivas, las del fondo de asistencia social o de la Ley de integración social de los minusválidos; así como para las personas de más de 65 años o con una discapacidad de grado superior o igual al 65 % que tengan unos ingresos anuales inferiores a los que regula anualmente la ley de presupuestos generales del Estado respecto a las pensiones no contributivas.

La tarjeta se da una vez al año y se puede utilizar en hipermercados y cadenas de supermercados, supermercados, ultramarinos, economatos laborales y tiendas de alimentación en general, así como en farmacias, comercios de confección y textil y zapaterías.