El rey Felipe VI recibe en audiencia al president del Govern de les Illes Balears José Ramón Bauzá en el Palau de l'Almudaina. | Joan Torres

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El rey Felipe VI celebró ayer las primeras audiencias oficiales a las principales autoridades de las Islas en una imagen nunca vista hasta ahora: la de otro rey que no fuera don Juan Carlos ejerciendo sus funciones en l’Almudaina. Tras más de 30 años de audiencias de su padre, ayer le tocó a don Felipe, que recibió al president del Govern, José Ramón Bauzá; a la presidenta del Parlament, Margalida Durán; al alcalde Palma, Mateo Isern, y la presidenta del Consell.
La presencia de don Felipe fue el único cambio ya que las audiencias se celebraron en el despacho del Rey y Felipe VI, como antes su padre, recibió a sus invitados en el Saló del Tinell. Bauzá fue el primero en llegar y permaneció junto al Rey por espacio de casi una hora. Durante su conversación, el president obtuvo el compromiso de que el Rey tiene la intención de seguir pasando sus vacaciones en Mallorca.
El president, por su parte, le informó de la compleja situación que está viviendo en Balears con la amenaza de prospecciones petrolíferas y dio cuenta a don Felipe de las consecuencias que tendría para la economía y el medio ambiente de Balears.
Financiación y turismo
El president también aprovechó par tratar el tema de la financiación de Balears, un asunto que debe arreglarse cuanto antes en visto de los resultados que han arrojado las balanzas fiscales. Al término de la audiencia, Bauzá defendió ante los periodistas la modificación del sistema de financiación, que mantenga la solidaridad con otras regiones, pero que no perjudique a las Islas, como sucede ahora.
También hablaron de conectividad aérea y de turismo, y de la apuesta que ha realizado Balears por promover un turismo de excelencia basado en el aumento de la inversión extranjera con actuaciones como las de las «milla de oro de Palma, en el Born», y en la reforma de la planta hotelera. No hablaron de balconing ni de corrupción, según el president. Bauzá afirmó que el balconing es un fenómeno desgraciado que no representa la realidad del turismo en Balears, que es otra muy diferente. «Nosotros queremos la excelencia del producto y buscamos la complicidad de todos los sectores implicados para conseguirlo », dijo el president.
Bauzá se refirió a la frase pronunciado un día antes por el Rey durante su posado en Marivent y –dijo que Mallorca es «un trocito de cielo en la Tierra»– representa una promoción impagable.
Gratitud
De la misma opinión es la presidenta del Consell, Maria Salom, quien le mostró la gratitud de todo el pueblo de Mallorca por su presencia en la Isla y por sus palabras de elogio. «Son unas declaraciones extraordinarias que no tienen precio», señaló. Para Salom, hay que estar orgullos de Felipe VI «porque tenemos un gran rey».
Salom destacó la proximidad del Monarca y el profundo conocimiento que tiene de lo que sucede en las Islas, algo en lo que también coincidió con el president del Govern.
La presidenta del Parlament, Margalida Durán, afirmó que el Rey se había interesado por la actividad desarrollada durante esta legislatura en el Parlament y añadió que le había explicado de manera especial las leyes de contenido sociales aprobadas hasta la fecha. Como Bauzá y Salom, también Durán incidió en el gran conocimiento que tiene el Rey de la realidad de Mallorca. Afirmó que había sido una conversación muy afable y distendida y valoró el profundo interés del Rey por la realidad de las Islas.
El alcalde
El alcalde de Palma, Mateo Isern, explicó que el Rey se mostró muy interesado por la evolución de la ciudad, de la que destacó la transformación que ha sufrido en los tres últimos años. «Aquella Palma que cuando se iba el sol se quedaba cerrada, se ha convertido en una Palma abierta», espetó y le comentó que se ha realizado gracias a la colaboración público-privada. Felipe VI también se interesó por el Palacio de Congresos; el alcalde le informó que en un año estarán finalizadas las obras y contribuirá a la desestacionalización de la Isla. Además, el primer edil le expuso los objetivos de la Fundación de Turismo, de la que subrayó que realiza «una promoción de Palma despolitizada».
Preguntado por la posibilidad de dedicarle una calle o plaza de Ciutat a los Reyes, Isern respondió que no se lo ha planteado y añadió que toma nota porque «me parecería muy adecuado». El alcalde resumió el encuentro con el nuevo rey como muy positivo y confesó que le había comentado que en la capital balear se «siente feliz y en casa», en palabras de Isern.