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El Cuerpo Nacional de Policía expedienta en castellano a sus agentes. La Jefatura Superior de Balears ha rechazado entregar a un policía que está bajo un expediente disciplinario copia de la documentación en catalán como había solicitado el agente. En una providencia, la instructora de las diligencias incorpora el escrito del policía y señala: «Habiendo tenido entrada del escrito, en lengua, al parecer catalana, como quiera que esta instrucción desconoce dicho idioma, se dispone se adjunte a las actuaciones».

El agente tiene abierto el expediente por aparcar su coche delante de unos bajos que se usan como parking en las oficinas de la Administración Periférica del Estado en la calle Montevideo y que, en ese momento, no disponían de vado, por lo que el agente no podía ser multado y obligaba a los usuarios del mismo a subir por la acera para entrar. La Delegación del Gobierno protestó en varias ocasiones a los superiores del agente por la actitud de éste y el asunto ha terminado en la apertura de un expediente disciplinario.

En el transcurso de esas diligencias, el agente, que es mallorquín, pidió por primera vez en el mes de junio el expediente «en la lengua cooficial de la Comunidad Autónoma». Continuó recibiendo notificaciones en castellano y reiteró su petición. El agente se ampara en la Ley de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas que, según sostiene, «reconoce al que suscribe el derecho que tiene a expresarse en la lengua oficial de su comunidad autónoma». Así, reclama que se le dé traslado de todas las actuaciones que se hayan realizado en catalán. De hecho, señala que «hasta el momento no dispongo de copia con la finalidad de preparar mi defensa» por ese motivo. Si bien, el agente sí dispone de los documentos en castellano.