El Fonerse, el pasado mes de marzo en Portopí. | Julián Aguirre

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«Reunido el patronato de Fundatur en sesión extraordinaria, después de analizar las diferentes propuestas recibidas durante los últimos seis meses, se ha acordado por unanimidad aceptar la propuesta de Baleària Eurolíneas Marítimas SA, por importe de 2.200.000 euros». Con este escueto comunicado daba a conocer ayer la Fundación Turística y Cultural de les Illes Balears (Fundatur) la decisión de decantarse por la propuesta de Baleària y desechar la presentada por el empresario granadino José Pizarro, aunque era superior.
Baleària, propiedad en un 57,5 % de Adolfo Utor y Abel Matutes del 42,5 % restante, no quiso ayer realizar ningún tipo de comentario, puntualizando desde su gabinete de prensa: «No se harán comentarios hasta que no se formalice la operación. Estamos al tanto de la decisión de Fundatur, pero nada más».
Finales de julio
Los patronos de Fundatur, cuya presidenta es Carmen Matutes, hija del empresario ibicenco, tenían prisa en resolver la operación de venta del yate, cuya titularidad y propiedad recuperaron a principios de este año, tras culminar un proceso de desafectación que ha sido más que complejo.
Las prisas venían motivadas porque el atraque gratuito en Port Adriano finalizaba a finales de julio, teniendo que asumir Fundatur el coste del atraque a partir de agosto, más de 10.000 euros mensuales, así como todo el mantenimiento del yate y tripulación (está desde marzo de este año había sido aportada por Baleària), cifrado por Fundatur en unos 35.000 euros mensuales. Es decir cerca de 50.000 euros mensuales, como mínimo.
En marzo de este año, Baleària ya ofertó 2,2 millones por el yate, oferta que se sumó a la que puso encima de la mesa el empresario granadino José Pizarro en abril y mayo. La junta de patronos de Fundatur, reunida a primera hora de la mañana de ayer, optó por la propuesta de Baleària.
La presidenta, Carmen Matutes, obvió ayer realizar cualquier tipo de declaración. El objetivo era alcanzar los ocho millones de euros, pero las tablas de apreciación en este tipo de ventas, tras estar operativo 13 años el antiguo ‘Fortuna’, marcan que la depreciación del barco es progresiva, estando en estos momentos en un 12 % del coste inicial, que fue de 18 millones de euros.
Uno de los patronos comisionados para formalizar la venta, Gabriel Barceló, cifraba en abril que el precio de salida de venta del ‘Foners’ era de diez millones del euros. Cantidad que ha sido imposible cubrir por los altos costes de mantenimiento y operatividad. El simple hecho de llenar los depósitos de gas del yate suponían un gasto de 26.000 euros.
Durante los últimos días, quizás ante el hecho de su inminente venta, la tripulación del yate había recibido órdenes de realizar pruebas de motor en el muelle de espera para ponerlos a punto.