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«No hay un deterioro importante en el Palacio de Congresos». Así se lo manifestó ayer el arquitecto Patxi Mangado al presidente de Palau de Congressos S. A., Andreu Garau, durante la reunión que mantuvieron para analizar la reanudación de las obras tras los dos años de parálisis.

Mangado explicó que el óxido existente en algunas zonas se puede limpiar, por lo que no representará mayores problemas. No obstante, se realizará una auditoría del Palacio de Congresos y del hotel anexo y se revisarán las escaleras mecánicas para confirmar los pronósticos que ha realizado el arquitecto.

Mangado también le reiteró a Garau que las obras estarán finalizadas en un año. En este sentido, precisó que aunque «agosto es el peor mes para coger ritmo, en septiembre será muy bueno». El arquitecto atribuyó el buen comportamiento que ha tenido la citada infraestructura turística, en gran parte al material utilizado. Se trata de espuma de aluminio, que se utiliza para forrar los tanques; este material reciclado se fabrica en Canadá. «Se está comportando muy bien, pese a estar al lado del mar; si lo utilizan para revestir tanques por algo será», argumentó.

Aluminio reciclado

Mangado fue pionero en su utilización, pero la paralización de las obras posibilitará que otros edificios que lo han utilizado con posterioridad se terminen antes.

También confirmó que el Palacio de Congresos no tendrá sobrecoste, pese a las paralizaciones de las obras, y aseguró que se ha gestionado bien por todos los gobiernos.

Además, se refirió a las críticas vertidas al Palacio de Congresos. En su opinión, se ha «manipulado mucho políticamente» y ha sufrido las consecuencias de la crisis económica.