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Manuel Onieva, alcalde de Calvià, ha valorado este jueves de forma positiva la reunión del Consell Assessor de Turisme, en el que ha participado como máximo responsable del municipio afectado por la problemática del turismo de borrachera. Onieva ha afirmado que «solo el trabajo conjunto de todas las administraciones, partidos políticos, touroperadores y empresarios permitirá ofrecer las soluciones oportunas que demanda la sociedad».

El primer edil de Calvià ha reconocido que hace falta cambiar el «modelo turístico», aunque también ha advertido que «no existe una fórmula mágica que transforme la realidad actual de manera inmediata». A corto plazo, Onieva se ha mostrado dispuesto a endurecer las ordenanzas municipales «si es necesario». En este sentido, ha recordado que hace meses se constituyó una comisión municipal para analiza los efectos de la ordenanza cívica de Palma con el fin de aplicar una normativa similar en el municipio.

«Somos conscientes de que 35 años de historia no se cambian en dos días ya que la realidad social va mucho más rápida que la administración pública», ha matizado Onieva, quien ha indicado que, en cualquier caso, se siente muy satisfecho de que, a partir de ahora, a las inspecciones constantes sobre el cumplimiento de las ordenanzas municipales se sumen a las que realicen las consellerias de Trabajo y Turismo. «El consistorio tiene las manos atadas a la hora de poder intervenir directamente en el interior de hoteles o establecimientos de ocio ya que carece de competencias», ha recordado.

El Ayuntamiento de Calvià formará parte del grupo de trabajo que se ha formado en el transcurso del encuentro ya que estima que la batería de medidas apuntada es «extraordinaria y servirá para empezar a dar un giro radical a la situación».

De hecho, participará en la campaña publicitaria conjunta emprendida entre TTOO, empresarios y administración para mejorar la imagen de Mallorca como destino turístico en Reino Unido, aunque cabe destacar, en este sentido, que el consistorio hace dos años ya emprendió su propia cruzada en solitario contratando a una empresa de comunicación londinense, KBC, encargada de transmitir noticias en positivo sobre el municipio y especialmente sobre Magaluf, informaciones que han tenido ya un impacto notable entre más de 16.000.000 de británicos.