Navarro Miranda ha participado en las actividades que organiza en CGPJ en el Pazo de Mariñán, ubicado en la localidad coruñesa de Bergondo, en una sesión denominada: «Jurisdicción universal, libertad de expresión, amparo».
Durante su intervención ha salido al paso de los diferentes reproches que hacen en ocasiones los fiscales a los jueces, que tiene como ejemplo, aunque este no ha sido mencionado, el reciente caso del fiscal Horrach en sus acusaciones al juez Castro tras la imputación de la infanta Cristina en el Caso Nóos.
«El Ministerio Fiscal tiene, en sus estatutos, como una de sus principales funciones velar por la independencia judicial y muchas veces no lo hace», ha argumentado.
En su opinión, «es necesaria una reforma integral de la justicia» en España en la que deben ir «de la mano» las mejoras «en la oficina judicial y en los expedientes electrónicos» para poder avanzar en el buen camino.
Sobre el proyecto de reforma que ha planteado el Gobierno, dice que no escucha «más que críticas» y ha apostado por «impulsar» un «código ético» dentro de la judicatura, que cree que va más allá de posibles leyes que obliguen a determinados comportamientos.
De hecho, desde el Ministerio de Justicia se plantea que los jueces no puedan emitir sus opiniones en público, algo que estaría penado por ley.
En cuanto al «amparo», opina que debe existir, pues en ocasiones es necesario, como sucede en pequeños partidos judiciales o en otros ámbitos.
Sobre la justicia universal no ha querido pronunciarse, pues es un asunto sobre el que el Tribunal Supremo se pronunciará pronto y prefiere reservar su opinión.
Ha recordado, en este sentido, que «la impunidad» que existe en los graves delitos que entrarían dentro de los relativos a la justicia universal «es lo que constituye la base de esta justicia», pues antes de que existiese nunca eran castigados.
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