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El PSIB ha asegurado este martes que el futuro del antiguo estadio Lluís Sitjar pasa por su demolición y negociar con los propietarios una permuta que permita compensar el valor del antiguo estadio con parte del actual campo de Son Moix y, por ello, ha pedido al Ayuntamiento de Palma que valore económicamente ambos terrenos.

En un comunicado, los socialistas han reclamado que se inicien las negociaciones para sacar adelante la permuta de una parte de Son Moix por los derechos que el Real Mallorca y el resto de propietarios tienen sobre el Lluís Sitjar.

Según han dicho, la operación tiene que servir para ejecutar la zona verde y los equipamientos deportivos que necesitan los barrios limítrofes a Lluís Sitjar y no tiene que costar dinero al consistorio.

Los socialistas recuerdan que ya propusieron en 2011 la posibilidad de estudiar una permuta justa, ya que los terrenos de Son Moix son más grandes que los de Lluís Sitjar y, por tanto, la operación tiene que buscar «el equilibrio entre los derechos de cada una de las partes para que no se convierta en un regalo a unos particulares».

Los terrenos de Lluís Sitjar y los de Son Moix tienen la misma calificación urbanística ya que son suelo urbano como sistema general de equipamiento deportivo y los dos permiten destinar el 45 por ciento del total a otros usos secundarios distintos en el deportivo, como los usos comerciales.

La superficie de Lluís Sitjar es de 25.262 metros cuadrados con una edificabilidad de 1,2 m22/m2. Desde la pasada legislatura existen dos informes que valoran los terrenos de Lluís Sitjar, uno elaborado por los técnicos municipales que estima el precio en 15,7 millones de euros (13,9 millones sin demolición) y otro, de un técnico externo que estima el valor en 17,6 millones de euros (14,9 millones sin demolición).

Además, el grupo ha criticado la «parálisis» del equipo de Gobierno municipal porque «en tres años no ha sido capaz de actualizar las valoraciones, ni avanzar un ápice en las negociaciones».

«Lo único que ha hecho el Gobierno Isern, según el PSIB, ha sido ordenar la ejecución subsidiaria de la demolición del estadio, un decreto que se sostiene en el expediente de ruina aprobado durante la pasada legislatura». Sobre este tema, los socialistas recuerdan que la orden de demolición subsidiaria supone que el Ayuntamiento prevé adelantar el dinero de la demolición de euros y pasar la factura a los propietarios.

Por todo ello, el PSIB considera que la prioridad debe pasar por poner encima de la mesa la solución municipal y recuerda que la propuesta de una posible permuta -siempre con las valoraciones pertinentes y «sin que se regale nada» a un particular- «es la única hipótesis de trabajo que existe actualmente y que fue presentado por el PSIB-PSOE en el 2011», concluyen.