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El escrito Llorenç Capellà presenta mañana su último trabajo de investigación periodística, Crònica de la mort ignorada , que detalla el asesinato de cinco mallorquines en Lieja el 20 de agosto de 1914, hace ahora cien años. El acto tendrá lugar en la librería Embat y la presentación correrá a cargo de Josep Quetglas.

En opinión de Capellà el fusilamiento de los hemanos Antoni y Jaume Oliver Rullán, junto con Joan Mora Ferrer, Jaume Llabrés Bestar y Josep Niell Mestre «fue un asesinato. Los dos primeros eran dos hermanos sollerics que regentaban un importante comercio de alimentación en la plaza de la Universidad de Lieja. El resto eran sus trabajadores».

Las tropas alemanas asaltaron la noche del 20 de agosto la plaza de la Universidad de la ciudad belga «para dar una advertencia a la población por su resistencia a la ocupación», señala Capellà, que recuerda que en total fueron 17 las víctimas mortales de aquella acción contra la población civil.

Neutralidad

Uno de los aspectos que quiere destacar Llorenç Capellà, colaborador de este diario, es que «España no quiso reconocer a estas víctimas para no comprometer su neutralidad en la Gran Guerra».

No obstante, el hecho acabó trascendiendo y originó una importante polémica periodística, curiosamente entre Madrid y Barcelona, en la que participó Miquel dels Sants Oliver, que denunció lo ocurrido en un artículo que publicó en el diario Abc de la capital.

«Alemania se escudó al apuntar que no sabía que eran ciudadanos españoles», explica Capellà, el cual lamenta que sea «un episodio tan desconocido en Balears mientras que todavía se recuerda en Lieja, donde el Ayuntamiento colocó una lápida en la plaza con el nombre de todas las víctimas».