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El juez decano de Palma, Francisco Martínez , afirmó ayer que le parece «lógico» que el rey Juan Carlos pierda su inviolabilidad tras su abdicación y que pueda ser juzgado, incluso, sin el manto protector dela figura del aforado, aunque insiste en que esa opinión es «personal» y que al hacerla pública no representa ni a los jueces decanos de toda España, en su calidad de portavoz, ni a sus compañeros de Palma.

También, insistió en que esa opinión no implica un apoyo expreso a la pérdida de inmunidad del Monarca tras su renuncia. Recordó que el artículo 56.1 de la Constitución establece que «la persona del Rey es inviolable y no está sujeta a responsabilidad», lo que dejará de suceder una vez se formalice su abdicación.

Con respecto al aforamiento, el juez decano de Palma, al igual que opina el colectivo que representa en toda España, aboga por la desaparición de esa figura, «no solo para los miembros de la Familia Real, sino en general en el ámbito político, e incluso judicial», precisó. Dijo que ya había expresado ante los medios de comunicación su deseo de reducir e incluso eliminar la figura del aforamiento en el sistema judicial, al considerar que ésta tiene «mal encaje en un Estado social y de derecho en el que debe primar la igualdad de los ciudadanos ante la Ley».

Martínez convocó a los medios de comunicación para expresar el malestar de los jueces decanos por el anteproyecto de la Ley Orgánica del Poder Judicial (LOPJ.

«Vamos a lo contrario de salvaguardar la independencia», dijo, al comentar un anteproyecto que apunta a la supresión de la «democracia interna» de los jueces.

Sustitución

La LOPJ prevé «eliminar la figura del juez decano y de facto la junta de jueces», recordó Martínez, ya que el decano será sustituido por el presidente del tribunal provincial de instancia, que en vez de ser elegido por los jueces será un cargo de confianza discrecional designado por el Consejo General del Poder Judicial, lo que en su opinión «aboca a un régimen presidencialista». «El riesgo de influencia política que denunciamos con motivo de la reforma de la designación del CGPJ se reproduce con las mismas pautas», ya que el presidente de un tribunal de instancia puede ser destituido por pérdida de confianza.